Durante el homenaje, al que han asistido los integrantes de la Corporación local y representantes de Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil, trabajadores municipales así como vecinos de la localidad, se ha guardado un minuto de silencio y se ha leído el Manifiesto de la Fundación Miguel Ángel Blanco, que lleva como lema ‘Ni podemos, ni queremos olvidar’ y que comienza con esta frase de Virgilio, que también se puede leer en el monumento a las víctimas del 11-S: “Ningún día os borrará de la Memoria del tiempo”.
“Todas las víctimas del terrorismo son inocentes, y es un deber moral y político rendirles homenaje, reconocer su valía y defender su significación social. La democracia española se ha asentado paralelamente a la ofensiva terrorista, en especial la de ETA, y las víctimas han tenido un comportamiento ejemplar, han parado la espiral de la violencia y del odio y han contribuido destacadamente a cimentar el Estado de Derecho que disfrutamos”, se puede leer en el Manifiesto.
El texto, además, califica de “anomalía democrática” el hecho de que “partidos que legitiman a ETA en sus fines y medios, que no la condenan, que llevan terroristas con delitos de sangre en sus listas electorales, que no han realizado la más mínima autocrítica, hayan sido decisivos en la gobernabilidad de España. Es inmoral el poder político que se les ha regalado a aquellos que todavía hoy no reprueban el crimen de Miguel Ángel Blanco y de todas las víctimas del terrorismo”.
Unas palabras que la alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas, ha dicho que suscribe “íntegramente”. “Desde mi punto de vista, tienen absolutamente toda la razón. Las víctimas son inocentes. Ellos siempre te dicen: ‘estábamos en nuestras casas, vinieron a por nosotros y nos mataron’. A ellos les mataron buscando un objetivo político en teoría… y lo que concluye el manifiesto es que desde el Gobierno se ha dado cobertura a todos estos asesinatos, retorciendo la historia, minusvalorando a las víctimas y, sobre todo, dando un poder decisivo, fundamental, en la gobernabilidad de España, lo cual es de todo punto reprochable”.
Es difícil olvidar ese 13 de julio de 1997. La alcaldesa de Collado Villalba lo recuerda bien, y hoy lo ha rememorado durante el homenaje. Estaba atendiendo a un niño enfermo de varicela, que estaba con su madre. “Fue uno de los momentos más terribles. Yo no conocía a aquella señora de nada, ni ella a mí, pero nos abrazamos y nos pusimos a llorar porque lo que veíamos es que era un chico joven, que estaba defendiendo su pueblo que había sido asesinado y no sabíamos muy bien porqué. Aquello nadie lo entendió. Porque es injustificable asesinar a alguien por un motivo absurdo”, ha indicado.