“Este programa medioambiental es innovador ya que incide en la conservación de dos recursos naturales esenciales como son los montes y el agua. Uniendo sus sinergias mejoramos la calidad y cantidad de agua almacenada, así como las masas forestales que se hacen más resistentes ante fenómenos adversos o plagas y ayudan a que el agua filtre adecuadamente en el suelo”, ha explicado la consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, Paloma Martín en una visita realizada al embalse de Puentes Viejas, en Braojos de la Sierra, que gestiona Canal de Isabel II.
Este proyecto, que cuenta con un presupuesto de cuatro millones de euros, ha comenzado ya en Braojos, en Puentes Viejas y también en Rascafría. A ellos seguirán próximamente Alameda del Valle, Lozoya, Gargantilla del Lozoya, Navarredonda y San Mamés, Pinilla del Valle, Buitrago del Lozoya, Canencia, Gascones, Garganta de los Montes, Horcajo de la Sierra, La Acebeda, Robregordo, Somosierra, Berzosa del Lozoya, Horcajuelo de la Sierra, La Hiruela, Montejo de la Sierra, Prádena del Rincón y Puebla de la Sierra. En estas últimas localidades se están ya limpiando los espacios verdes, quitando ejemplares enfermos y ramas secas.
Una de las principales mejoras que introduce esta iniciativa es que, al cuidar los montes principales, se aumenta la cantidad y calidad de lluvia que llega a las zonas de recogida, evitando además la erosión del suelo y los arrastres. También se realizarán actuaciones específicas para corregir zonas muy erosionadas. Asimismo, se solicitará colaboración de los propietarios de montes privados para actuar en sus terrenos cercanos a embalses y que puedan realizar un aprovechamiento de la madera.
Cuando finalice Hidroforest se activará para complementarlo el Plan Recrea Montes, centrado en incrementar la resistencia de los árboles y arbustos ante incendios y plagas, de modo que puedan seguir protegiendo sus cuencas. Esta actuación permitirá, además, restaurar los ecosistemas, mejorar el carbono orgánico en los suelos y actuar contra la desertificación y los posibles fuegos. Todo ello, haciendo el terreno compatible con el desarrollo rural sostenible.
Evolución y adaptación de las especies
Con información procedente de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y de acuerdo al mapa actual de vegetación de la región, los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura han analizado la presencia vegetal del arbolado en zonas de una única especie (masas puras) y las que tienen presencia de dos o más (masas mixtas), analizando mediante proyecciones su posible evolución ante el cambio climático. Esto permite elegir cuáles son mejores para resistir ante el futuro y realizar replantaciones.
Por otro lado, también se está desarrollando una investigación en la que se han instalado unos captadores que miden la penetración del agua de lluvia en el suelo para estudiar el proceso de filtrado en función de la vegetación eliminada o restaurada. También se trabajará en una segunda y tercera fase en el control de los procesos erosivos del suelo, mediante zonas de acarcavamiento (erosión con resultado de surcos) y restauraciones de caminos de usos públicos y para la conservación de la biodiversidad en enclaves de especial interés.
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