La candidatura presentada por España, promovida e impulsada por Hispania Nostra y otras entidades, como Campaners d’Albaida, y el Museu Internacional del Toc Manual de Campanes, en representación de todos los campaneros de España, comenzó en 2018, y se ha materializado ahora con una resolución “que viene a reconocer el trabajo callado y solitario de tantos campaneros que de manera voluntaria conservan y mantienen el toque manual de campanas en muchos municipios de España”, señalan desde Hispania Nostra.
Estamos hablando, recuerdan, de un elemento que forma parte del paisaje sonoro de muchos pueblos y ciudades españolas y que es “un medio de comunicación cargado de emociones, un lenguaje universal”, aseguran desde la organización.
Lo que dice la Unesco
Según recoge en su página web la Unesco, “a lo largo de los siglos, el toque de campanas ha servido como medio de expresión y comunicación en España, cumpliendo una serie de funciones sociales, desde el intercambio de información hasta la coordinación, la protección y la cohesión. Los mensajes codificados que se transmiten a través de los distintos tañidos son reconocidos por las distintas comunidades y contribuyen a estructurar la vida local”.
La ficha del toque de campanas manual destaca la existencia de “una gran variedad de sonido” que combinadas con las habilidades de los campaneros y las características de las campanas crean “un profundo y rico repertorio tanto en el ámbito religioso como en el cívico para marcar distintos momentos del día, alertar a la población de acontecimientos naturales, como incendios o inundaciones, o de cortejos fúnebres, y anunciar decretos y otras noticias”. Se han convertido asimismo en “una parte central de los eventos, celebraciones y espectáculos locales”.
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