Durante la jornada tuvo lugar un concierto de músicos con daño cerebral adquirido, pertenecientes a la Asociación MusicAvanza (Música para el Daño Cerebral Adquirido), quienes tocaron el violín y el piano. La actuación buscaba reflejar la sinergia entre lesionados y médicos, ya que la cantante fue la directora médica y rehabilitadora de ORPEA Mirasierra, Carmen Mateos.
Además del concierto, el acto reunió en una mesa coloquio a especialistas en áreas como psicología, logopedia, trabajo social, fisioterapia, terapia ocupacional y animación con el foco en la atención a los pacientes de esta lesión. Durante la jornada los expertos en rehabilitación destacaron la importancia de que el plan de tratamiento, tanto en su momento agudo en el hospital como en el proceso de rehabilitación, no solo se centre en los déficits o secuelas secundarias de los lesionados, sino en que atienda a sus características personales.
“Cuando un evento tan disruptivo como el daño cerebral sucede, no solo existe una dificultad para movilizar una parte del cuerpo, un problema en el lenguaje, la deglución o la sensibilidad. La persona tenía una vida, una personalidad, un rol dentro de su entorno social o familiar, unas aficiones, un pasado, unos deseos de futuro que pueden verse truncados de forma brusca e inesperada. Por tanto, se requiere un enfoque diferente por parte del equipo terapéutico”, explico Carmen Mateos durante el acto.
De hecho, a igualdad de déficits, los objetivos de dos personas con daño cerebral adquirido pueden ser radicalmente distintos. La doctora Mateos también hizo hincapié en que la actitud y motivación del afectado es determinante en el proceso de rehabilitación, por lo que el equipo de rehabilitación debe entender y tomar conciencia de todos los aspectos posibles antes de ponerse a trabajar en una sesión de terapia.
Ponerse en la piel del paciente
En este sentido, “es fundamental contar con un equipo transdisciplinar que recoja el guante de ponerse en la piel del paciente y hacer suyas sus inquietudes y que trabaje con objetivos transversales”, afirmó la directora médica de ORPEA Madrid Mirasierra. Es decir, que las diferentes disciplinas (fisioterapia, terapia ocupacional, psicología, logopedia, equipo de animación, personal médico y de planta, trabajo social…) trabajen codo a codo.
“En ocasiones es necesario que el psicólogo trabaje la capacidad de atención del paciente mientras camina con el fisioterapeuta, el terapeuta ocupacional traslada su sesión a la habitación para reentrenar el vestido junto con el auxiliar, el logopeda propone alguna actividad relacionada con el lenguaje al equipo de animación, etc.”, indicó la doctora Carmen Mateos.
Los expertos han recordado que la recuperación del paciente no es sólo médica y los afectados necesitan ayuda con la fase de duelo que acontece tras el daño. También con “lo que vendrá después”, con una colaboración entre rehabilitadores y trabajo social en lo administrativo, en el estudio de la situación sociofamiliar, o las posibles adaptaciones del domicilio que sugieran los terapeutas.