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Fotograma de 'Ana y los lobos', de Carlos Saura, rodada en El Pendolero
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Fotograma de 'Ana y los lobos', de Carlos Saura, rodada en El Pendolero

Cuando en Torrelodones y Hoyo de Manzanares se hacía cine

Por Mabel Cazorla/Lucía Oliveras
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Queremos que lo visualicen como si del comienzo de una película se tratase. La música comienza lentamente y la cámara se va desplazando perezosamente por el paisaje... vemos la carretera de La Coruña discurriendo hacia el horizonte como una cinta plateada y sinuosa y la cámara la va recorriendo hasta llegar una población dividida por la carretera. Aquí, tal vez, la cámara se detenga y haga un pequeño zoom para acercarse a la población, delimitada por un entorno hecho de zonas rocosas y de colinas. A un lado, la Torre de los Lodones presidiendo el paisaje. Al otro, en lo alto de la montaña, Canto El Pico. En este momento, la música subirá de intensidad. Hemos llegado a Torrelodones.

Podríamos decir que la zona Noroeste ha mantenido un largo idilio con el cine. Una relación que comenzó a mediados del siglo pasado y que continúa en nuestros días. Lugares como Torrelodones, Hoyo o Las Rozas han sido, a lo largo de décadas, escenario de todo tipo de producciones cinematográficas, televisivas y publicitarias. Grandes películas conocidas de sobra por el gran público, producciones de bajo presupuesto sólo aptas para los más devotos del género, rodajes nacionales e internacionales... por aquí han pasado desde actores del Hollywood clásico hasta personajes como el rockero norteamericano Alice Cooper o el inefable Torrente de Santiago Segura. Es una historia que casi, casi, se merecería su propio guion cinematográfico.

Los inicios

Todo empezó a mediados del siglo pasado, como decimos. Uno de los primeros rodajes de los que se tiene constancia es, en 1949, 'El santuario no se rinde', de Arturo Ruiz Castillo, un drama protagonizado por Alfredo Mayo ambientado en la Guerra Civil y de claro corte propagandístico. En 1955 se rodaría también aquí 'El mensaje', de Fernándo Fernán Gómez, una película sobre Guerra de la Independencia que utilizó paisajes naturales de la localidad. También ese año se rodó en España 'Ricardo III', de Laurence Olivier, que entre otras localizaciones patrias contó con Torrelodones como uno de sus escenarios. Y en 1956 pasó por Torrelodones la producción 'Alejandro Magno', una coproducción hispano-norteamericana dirigida por Robert Rossen y protagonizada por Richard Burton. En 1958 Juan Antonio Bardem utilizaba el cementerio de Torrelodones para rodar las escenas finales de su película 'La venganza'.

Poco a poco empezaban a llegar a España las grandes superproducciones cinematográficas norteamericanas, que buscaban en nuestro país buen tiempo, localizaciones baratas y facilidades para realizar su trabajo. El productor Samuel Bronston se instaló en Las Matas en 1961, cuando adquirió los terrenos y creó los decorados para rodar '55 dias en Pekín' en lo que hoy es el Parque Residencial Nuevo Club de Golf, a poca distancia de la A-6 con dirección a Torrelodones. La película comenzaría a rodarse al año siguiente con grandes actores como Charlton Heston, Ava Gardner y David Niven con localizaciones también en Torrelodones. De los estudios de Bronston en Las Matas salieron otras películas como 'La caída del Imperio Romano' o 'El fabuloso mundo del circo'.

Un ávido recopilador de todos estos rodajes que han pasado por Torrelodones es Ángel Alberquilla, vecino de Torrelodones que se ha dedicado a recopilar películas rodadas en su pueblo. Una búsqueda en la que se ha encontrado “con una larga lista de largometrajes con secuencias grabadas aquí o la cinta entera”. Él mismo ha rodado en Torrelodones, “un corto documental, sumamente malo”, para el proyecto de fin de carrera de Comunicación Audiovisual. “De hecho me suspendieron”, reconoce.

La tarea de recoger todos esos rodajes es en ocasiones ardua “porque a veces en los créditos ponen solo Madrid y no la localidad en concreto”. Otras veces los hallazgos los hace por casualidad, “reconociendo lugares como por ejemplo en la película 'La Miel', de Pedro Masó (1979), en la que aparece un choque de coches en la zona del puente hacia La Colonia, algo que me corroboró el hijo de Joaquín Rodríguez Marchent, familia muy relacionada con el cine y Torrelodones”. Ángel nos cuenta, entre otras cosas, el paso por Torrelodones de uno de los clásicos del cine por excelencia, 'Doctor Zhivago' (1965). Lo descubrió a través de una entrevista al escritor Alejandro Gándara. Contaba Gándara en esa entrevista que “viajó hasta Rusia, justo cuando vivía en Torrelodones, para conocer los paisajes de su película favorita. Allí le dijeron que las estepas rusas eran en realidad la Sierra Guadarrama, Torrelodones, el camino hacia Collado Villalba y también las laderas hacia Galapagar”.

Más cine

Lo bueno del cine de terror es que sólo necesita un escenario ligeramente inquietante para poner en pie una historia. Y a partir de los años 70 Torrelodones proporcionó ese escenario inquietante para un buen número de películas de terror en localizaciones como Canto El Pico o la Casa Panarras. Entre esas películas hay muchas por el mítico Paul Naschy. 'La rebelión de las muertas', de 1973, 'El espectro del terror' (1973) de José Maria Elorrieta, 'Las garras de Lorelei' (1974), de Armando de Ossorio; 'Los ojos azules de la muñeca rota' (1974), 'Último deseo' (1976)... son sólo algunos títulos de cintas que se rodaron en la localidad. También es de destacar, por lo sorprendente de su elenco protagonista, la producción de 1984 'Monster Dog', de Claudio Fragassso, un musical de terror con composiciones de Teddy Bautista protagonizado nada menos que por el rockero Alice Cooper y Victoria Vera.

Por cierto que también llegó a Torrelodones otro de los géneros 'estrella' de la época, el cine del destape, con películas como ‘Las eróticas vacaciones de Stela’ (1978), protagonizada entre otras por Teresa Gimpera, o 'Pecado mortal' (1977).

Pero los años 70 no fueron sólo escenario de producciones de bajo presupuesto. Si hay un nombre que se asocia indefectiblemente con el cine y Torrelodones es el de Carlos Saura. Su peculiar universo cinematográfico encontró en la casa El Pendolero el lugar ideal para su particular retrato de familia. La usó en 1972 para el rodaje de 'Ana y los lobos', la historia de una joven inglesa (Geraldine Chaplin) contratada como institutriz de unas niñas que viven en una mansión con sus padres, tíos y abuela, una durísima crítica a la burguesía franquista, y regresó en 1979 para rodar su segunda parte, titulada 'Mamá cumple 100 años' (1979). Saura también rodó en Torrelodones 'Los zancos' en 1984, protagonizada por Fernando Fernán-Gómez, que surgió, como dice el director de todas sus películas, de una experiencia vital, tras comprarse una casa en Torrelodones y conocer la historia de una pareja vecina.

En todas estas películas que hemos reseñado hasta ahora aparecen lugares ligados con Torrelodones, enclaves más o menos reconocibles. Pero si quieren ver el municipio en todo su esplendor en una película sólo tienen que atreverse con 'Las autonosuyas', película de 1983 dirigida por Rafael Gil y protagonizada por Alfredo Landa, que convirtió a Torrelodones en el pueblo ficticio de Rebollar de la Mata, con protagonismo destacado del Ayuntamiento, el antiguo estanco, la calle Carlos Picabea...

En la actualidad

La actividad cinematográfica no ha desaparecido en ningún momento. Por Torrelodones han seguido pasando rodajes no sólo de películas, también de series como 'Herederos', 'Yo soy Bea', 'Ana y los siete' o 'Amar en tiempos revueltos'. También películas como 'NODO' en 2009, de Elio Quiroga, que se rodó en Panarras, con inquietante historia de fantamas incluida -en la casa, durante el rodaje, decían los actores, no en la película-. Panarras fue lugar elegido también para el rodaje de 'Las 13 rosas' (2007) de Emilio Martínez Lázaro, que ocupó durante tres meses esta emblemática casa que ha sido escenario de tantas y tantas producciones. El último rodaje, hasta el momento, ha sido el de la taquillera 'Torrente 5', de Santiago Segura, estrenada este año, que se filmó, en un rodaje ultrasecreto, en el Casino de Torrelodones.

Torrelodones es también, en los últimos tiempos, hogar de una creciente comunidad 'cinematográfica', podríamos llamarla. La localidad y su entorno han atraído, por su cercanía a Madrid, a numerosos trabajadores del mundo del cine, actores, compositores y directores que han elegido la localidad por su cercanía a Madrid y su encanto.

Nos lo cuenta el director de cine Mariano Barroso, que además de vivir aquí ha rodado en Torrelodones sus dos últimas producciones, la última, 'Todas las mujeres' (2010) en su propia casa. “Y recuerdo que el Ayuntamiento nos metió un palo brutal con las tasas”. Asegura que acabó en Torrelodones por su “necesidad de estar en contacto con la naturaleza” pero sin alejarse demasiado de Madrid, que es donde se concentra la industria audiovisual de nuestro país. “Tenemos un entorno que es un privilegio total y mucha gente que vive aquí está concienciada de eso, de estar en contacto con la naturaleza”. Asegura que en Torrelodones encuentra el equilibrio entre la vida de la ciudad y el entorno más pausado de los pueblos. Como cineasta destaca la variedad de localizaciones que se encuentran en el municipio. “Hay campo, hay casas, pisos... hay lugares para escenas de deportes, hay bosques, carretera... hay muchas localizaciones posibles”. Todo está, en definitiva, en las facilidades que se den a los rodajes. “Si se dan, atraerán muchos rodajes”.

Barroso está ahora con dos proyectos cinematográficos, “con la financiación a cuestas, que es el gran problema. Tengo financiación para rodar una película en Brasil pero no tengo para rodar aquí. Le pasa a mucha gente, es una especie de exilio forzado. Así que iré a rodar a Brasil y volveré”.

Mientras eso llega, tiene otro proyecto entre manos que tiene que ver con el cine y Torrelodones. Acaba de abrir sus puertas la Sala Babel, una sala de cine, conciertos y teatro que responde a un viejo sueño personal, en la que se proyectará “cine en versión original, todas las películas que no llegan a los cines que hay en el entorno, más minoritarias, pero que creemos que tienen mucho público potencial”. Asegura que “el cine corresponde a una necesidad de conexión entre la gente” y que en Torrelodones “hay esa necesidad” y el proyecto está recibiendo una respuesta muy positiva.

Muy cerca también, en La Berzosa, vive Carlos Navarro, director y productor de series como 'Los Misterios de Laura', 'Física y Química' o 'Los protegidos'. Para Navarro, que usó Los Peñascales para rodar parte de un capítulo de 'Los Misterios de Laura', parte del encanto de Torrelodones está en su urbanismo, con “casas desde antiguas a ultramodernas que se ofrecen a estos usos”. Su propia casa, en La Berzosa, tiene su propia historia 'de cine'. Antes de comprarla, en ella había rodado Fernando Colomo el cortometraje “Köñensonaten”, una obra de 9 minutos rodada en sueco. Recientemente ha sido el escenario del rodaje de 'La Radial', la respuesta serrana al informativo 'La Tuerka', promovido por los Círculos de Podemos en la Sierra.

De Torrelodones y su entorno destaca Navarro su cercanía con Madrid, lo que hace a la zona “muy atractiva para exteriores porque te ahorras las dietas que es un gasto que eleva siempre mucho el presupuesto de una película”. No olvida, además, “la luz”, que es especial en el Noroeste, asegura. “En general en Madrid es conocido por sus cielos, pero hacia este Norte de la capital aún más. Hay un brillo destacable en el azul del cielo en los días soleados de invierno, y por supuesto, alejado de la contaminación”. Carlos Navarro asegura que esta zona tiene aún “historias que contar”, y cree que ayudaría especialmente la existencia de “una Film Commission para promocionar este espacio, dar información, facilitar los trámites y el rodaje”.

Promoción del cine

Y de eso es de lo que se trata. Torrelodones quiere continuar siendo una ciudad de cine. De ahí que el Ayuntamiento haya lanzado la campaña la campaña 'Torre, Cámara y Acción!', con la que quieren incentivar las producciones cinematográficas en la localidad aprovechando ese largo idilio que Torrelodones ha mantenido con el cine. La campaña se presentó en el marco de las Jornadas de Turismo e Industria Audiovisual que se celebraron recientemente en Madrid.

“Torrelodones presenta muchas ventajas para los rodajes”, explica el concejal de Comunicación, Ángel Guirao: la proximidad a Madrid, la facilidad de acceso por la carretera de La Coruña, la existencia de parajes naturales extraordinarios, con dos parques nacionales y el Embalse de Peñascales, localizaciones como el Casino y edificios emblemáticos, los barrios residenciales y viviendas de todos los estilos... “de hecho hay muchas casas y pisos que se alquilan para rodajes”, recuerda.

“Eso son las ventajas que tienen Torrelodones. Lo que puede hacer el Ayuntamiento es reducir la tasa de rodaje lo máximo posible”, explica Guirao. La tasa, en la actualidad, está en 550 euros por día de rodaje, una rebaja sustancial respecto a los 3.000 euros que se llegaban a cobrar en épocas anteriores, aunque cree que lo mejor sería hacer como hizo Tierno Galván en Madrid en su momento, suprimir esa tasa completamente. “También se puede seguir la línea que se ha seguido en otros lugares como Canarias, que da ventajas fiscales que hacen que se rueden allí películas ambientadas incluso en otros lugares de España, y agilizar los trámites”, señala, algo que ya hace el Ayuntamiento, manteniendo una relación más fluida y ágil con las productoras, “algo especialmente importante en el cine publicitario, porque trabajan con plazos muy ajustados”.

“La intención no es recaudar dinero vía la tasa de rodajes. El interés del Ayuntamiento no va por ahí, sino por la riqueza que genera”, recuerda el responsable de Comunicación. Lo que buscan son esos impactos que produce un rodaje. El impacto mediático, “la repercusión que tiene en los medios el lugar en el que se rueda una película o serie”; el impacto económico que supone recibir a toda una troupe de profesionales, “gente tiene que comer aquí, deambula por las calles, se toma el café...”; y el impacto turístico, que tiene que ver con quienes visitan localizaciones de películas o series exitosas.

Para lanzar su campaña se ha hecho un spot en el que al más puro estilo cinematográfico podemos ver escenas de acción o ciencia ficción con escenarios de Torrelodones, desde la nave Enterprise sobrevolando el municipio hasta un monstruo marino saliendo del Embalse de los Peñascales, una araña gigante aterrorizando a los vecinos en la plaza de la Constitución o un dragón sobrevolando la Torre de los Lodones. Con él, se quiere demostrar a las productoras que en Torrelodones se puede rodar cualquier género. Esa es la magia del cine.

Cuando el Salvaje Oeste estaba en Hoyo de Manzanares

Antes que Almería estuvo Hoyo de Manzanares. Ahora ni les sonará el nombre de 'Golden Ciy', pero en los años 60 era allí donde se rodaban muchos de los conocidos genéricamente como 'spaghetti western', producciones cinematográficas de bajo coste que buscaban en la Sierra de Hoyo, como luego lo harían en el desierto de Tabernas, un cierto parecido con los grandes espacios abiertos del Oeste americano. Aunque el primer rodaje del que se tiene conocimiento en Hoyo fue de otro estilo. Fue 'Orgullo y Pasión', de Stanley Kramer, protagonizada por Cary Grant, Sofía Loren y Frank Sinatra y ambientada en la Guerra de la Independencia.

En 1962, el productor, guionista y director Eduardo Manzanos Brochero construyó en Hoyo de Manzanares el primer poblado del Oeste de carácter estable en España, 'Golden City'. Alquiló una explanada al Ayuntamiento y voló con barrenos esa zona pedregosa hasta convertirla en una ciudad con su cantina, su banco y todas las construcciones típicas. Allí se llegaron a rodar más de 50 películas, desde 'Por un puñado de dólares' y 'La muerte tenía un precio' de Sergio Leone -que también contienen escenas rodadas en la vecina Colmenar Viejo-, hasta títulos que hoy no les sonarán a no ser que sean fanáticos de este género como 'El hijo de Jesse James', 'La furia de los siete magníficos', 'Fugitivos de Yuma', 'Pagó cara su muerte'... Más de medio centenar de cintas ambientadas en el Salvaje Oeste o en el Chicago de los años 50 dirigidas por directores españoles, americanos e italianos.

Felipe 'el churrero' fue uno de los vecinos que trabajó como 'extra' en estas películas. Cobraba 125 pesetas al día -lo que una semana trabajando de cantero-. “Había rodajes que duraban una semana y otros meses”, rememora. Recuerda que les echaban la bronca si llevaban reloj de pulsera y que si fumaban, tenía que ser tabaco de liar, para no dar al traste con la ambientación. Duró 20 días, lo que le duró la baja por un brazo roto -la escayola convenientemente ensuciada para que no se notara- y recuerda que “era muy aburrido, porque todo era muy lento” y que lo que más le fascinaba era cuando los especialistas caían encima de un tejado y éste se rompía y las peleas en el Saloon.

'Golden City', la ciudad dorada del cine en Hoyo de Manzanares, existió hasta los años 70. Luego todo se abandonó y la gente terminó llevándose hasta los ladrillos. El Ayuntamiento llegó a levantar el asfalto de la calle y hoy ya no queda nada en pie ni reconocible de aquella época.

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