Desde hace dos meses el Consorcio Regional de Transportes ha eliminado, “por motivos de seguridad”, dos paradas de autobús en la vía de servicio de la A-6 dentro del término municipal de Las Rozas, señalando que estas paradas suponían “un riesgo tanto para la circulación como los pasajeros que las utilizan”. Se ofrece, como parada más cercana, la de la calle Carretera de El Plantío, en Majadahonda.
La medida, adoptada el pasado 8 de julio, ha afectado a las paradas 6027 y 6028, situadas en los puntos kilométricos 16,6 y 17,2, respectivamente, de la carretera en sentido salida de Madrid, lo que afecta a los usuarios de las líneas 621, 622, 623, 625, 627, 628, 629, 62 y N903 y en concreto a los vecinos de los barrios de El Torreón, La Cornisa y Yucatán, más de 4.000 personas sin contar los trabajadores de las empresas de la zona, que han usado estas paradas durante los últimos 20 años y que con la supresión tienen que desplazarse “andando 2 kilómetros hasta la siguiente para poder ir a la guardería, al colegio, al instituto, al centro de salud, a la compra”.
Además, “los trabajadores que llegan todas las mañanas al barrio a trabajar tendrán que triplicar el tiempo de desplazamiento a sus puestos de trabajo”. Lo relatan tanto en la petición que han abierto en la plataforma on line de recogida de firmas Change.org como en un grupo de Facebook en el que se han agrupado los afectados. Piden que, al menos, se suspenda la eliminación hasta que se ofrezca una alternativa.
Se busca una alternativa
Desde el Ayuntamiento han anunciado que se trabaja en una solución alternativa que implicaría la modificación del recorrido de la línea 621 para que entre por la calle López Santos y pare en una nueva parada instalada en la esquina de esta calle con el Camino Viejo de Madrid. Se solicitará también el desvío de la línea 623 y la N903 (nocturno). Para que esto sea posible, hay que aumentar el radio de giro de la calle López Santos en su entrada desde la A6. La obra costaría unos 50.000 euros, necesita del visto bueno de Fomento, e implica también la eliminación del doble sentido de circulación en un tramo de la vía, y la supresión de cerca de 25 plazas de aparcamiento para facilitar el paso de vehículos de grandes dimensiones.