Menores en la Red: los delitos que pueden cometer y cómo prevenir que nuestros hijos e hijas sean víctimas.

El agente planteó su exposición con el título “las redes sociales, ¿construyen emociones o destruyen ilusiones?, advirtiéndo que “son una bárbaridad los problemas que se están sucediendo con los menores tanto como víctimas, como por los delitos que pueden estar cometiendo sin saberlo”. Han detectado que ni siquiera las madres ni los padres están enterados de los usos, de los riesgos y de los delitos y por ésto están dando charlas en los colegios, institutos y también dirigidas a las familias. La idea principal que se remarcó es que los menores no pueden estar solos frente a estas nuevas tecnologías.

La imagen es el dato personal más importante
Muchos adultos pensamos que para preservar la seguridad, los datos más sensibles son el domicilio, el nombre y apellido, el número de DNI o el número de móvil. Pero definitivamente la imagen es el dato más importante y, especialmente los menores están cediendo su derecho a la imagen cuando no están preparados para los peores usos que pueden ocurrir en la Red. Se menciona la moda de los SELFIES o fotos a uno mismo, porque están proporcionando además más información sobre el entorno, preferencias o actividades que éstos realizan.

Por una parte, hay que tener en cuenta, la gran atracción que sienten los adolescentes por hacerse fotos. Se ha comprobado que les provoca placer y satisfacción, ya que activa hormonas y neurotransmisores como la serotonina o la oxitocina. Así mismo y en algunos casos también pueden sufrir un “miedo biológico a morir” si reciben un “no me gusta” en las redes sociales. Por tanto, con estas emociones y vulnerabilidades, donde están en juego la autoestima, la búsqueda de popularidad o conductas de riesgo “por amor” donde especialmente incurren las chicas, se producen los chantajes y la coacción entre menores y también de adultos a menores. No hay que olvidar que esta experiencia es lo peor que le puede suceder a un menor. Y algunos de los síntomas que se pueden detectar cuando lo están sufriendo son: malas notas, agresividad que aparece y desaparece, cambios constante de amistades o ataques de celo de su intimidad.

Desnudos: delito, su distribucción: delito, su consumo: delito
Los jóvenes que se fotografían desnudos están creando contenido pornográfico y es delito, así como los compañeros que lo distribuyen o lo consumen están incurriendo en un delito.

El fenómeno del SEXTING son las fotos que tienen carga sexual o con “actitudes procaces” muy generalizado entre las y los adolescentes—sus ídolos lo están haciendo y ellos lo repiten— pero se están dando más casos desde 5º y 6º de la ESO. Según el agente tutor, “esta práctica ya es un indicativo de riesgo”. El GROOMING es directamene el acoso sexual en la red por el que se consiente hacer lo que se pide. Hay casos de pederastas pero también entre menores, como la detención recientemente de un chico que tenía a 250 niñas a sus órdenes.

“En internet todo es posible”, dice el agente que apunta a aplicaciones de alta adición como SNAPCHAT—creado por jóvenes que ahora son enormemente ricos—donde se pueden enviar fotos y videos que desaparecen en un tiempo que deciden y que no queda registrado. El agente afirma que se usan para las imágenes más fuertes y explica que las fuerzas de seguridad se encuentran en la mayoría de los casos con escasos recursos y con la no colaboración de los propietarios de estas aplicaciones o redes, ya que eluden responsabilidades amparados por leyes de otros países permisivos. Sin embargo, cuenta que Tuenti, de propiedad española es la única que ha colaborado con normas más restrictivas pero dice que “por esto se está hundiendo”. También cuenta que gracias al grupo reivindicativo de hackers “ANONIMUS” que hicieron varios ataques informáticos para borrar esas fotos de Snapchat, se encontró que había al menos 4.000 fotos de chicos y chicas españolas circulando por móviles en Japón.

Otro modalidad que se encuentra en YouTube es CHATROULETTE que conecta aleatoriamente dos cármaras en directo para charlar, con lo que los jóvenes se pueden encontrar de todo como “ejecuciones en directo, sexo, apología del nazismo....”
Más usos en los que los jóvenes se convierten en “influyentes de masas” son los denominados YOUTUBERS que consiguen millones de seguidores y se lucran de ello. El caso del RUBIUS—diez millones de seguidores— es un jóven que ha hecho convocatorias “virales” o de gran difusión movilizando a masas con “auténticas burradas”. Un ejemplo es “animar” mostrando como pinchan preservativos. O el caso de algunos BLOGGERS que han llegado a presionar a grandes marcas aunque en algún caso, estos menores se han enfrentado a multas de 450.000 euros demandados por estas empresas perjudicadas.

Es importante tener presente que todo lo que se sube a la Red no se borra, “queda en un historial que encuentran las empresas para decidir contratar”.

El primer eslabón de prevención son los PADRES
El agente Tutor se muestra muy firme e inflexible con la actitud que hay que tener con los hijos desde una edad muy temprana con respecto al uso de internet. Insiste que los menores no pueden ser titulares de los móviles por lo que deben pasar por el control de los padres y “deben compartir su clave”. Remarca que “no se viola el derecho a la intimidad de los menores sino que se les protege” por lo tanto, no deben de estar solos con el móvil en el baño o en el dormitorio y los ordenadores deben estar en zonas comunes. Por una parte, dice que se les alaba por ser nativos digitales “muchas veces nos resuelven dudas y les incentivamos comprándoles dispositivos de última generación”, y por otra les dejamos solos frente a un mundo “peligroso en potencia” que no dominan. Lo óptimo en la relación de padres e hijos es la confianza pero sobre todo la firmeza. Alerta de que los padres no pueden omitir el deber de vigilancia a sus hijos y recuerda que los responsables subsidiarios de las multas a los hijos menores son los padres, pero también los menores se pueden enfrentar a ser ingresados en centros de menores.

Sin demonizar las nuevas tecnologías—que no son tan nuevas cuando los dispositivos tiene ya más de 18 años: ordenadores, móviles, playstation—hay que ser realistas y excesivamente prudentes porque igual que son herramientas incorporadas al mundo profesional también tienen el lado que desafía escapar a la ley y a la ética y donde se busca aprovecharse de los más vulnerables.