En el Pleno del pasado 26 de Febrero, el concejal de Alternativa por Colmenarejo explicó con dificultad—debido a la reiterada interrupción de miembros de la Sociedad de Cazadores presentes en la sesión—que esta finca municipal de 554.000 metros cuadrados se alquila por 2.500 euros al año para que 45 personas—representando menos del 0,5 por ciento de la población del municipio—puedan disfrutar en exclusiva y en una temporada que cubre todo el año, lo que es de todos.
Peñarrubia está situada entre el Camino del Rey y el embalse de Valmayor, en zona de máxima protección del Parque regional del curso medio del río Guadarrama, peroesta zona solo constituye el 1,6 por ciento del término municipal. Colmenarejo que es un municipio con una gran extensión de montes públicos, sin embargo no tienen “uso público”, porque salirse de los caminos y vías pecuarias, contituye una infracción administrativa y un riesgo porque están reservadas a la caza.
Previo a la votación, la alcaldesa de Colmenarejo, Nieves Roses apostilló generando aplausos que “creo firmemente que si hay alguien que le gusta, conoce y guarda al campo son muchas de estas personas que están aquí hoy representadas”.
La caza, una actividad controvertida
La Comunidad de Madrid es la única que mantiene una legislación de caza anterior a la Democracia, del año 1970, y por otra parte, el número de cazadores ha ido en un rápido descenso. Para grupos conservacionistas y ecologistas, la caza no se ha adecuado a los tiempos donde hoy un amplio sector de la población que reclama un mayor acceso al conocimiento y disfrute de la Naturaleza, así como se defienden más abiertamente los derechos de los animales por ser también “un patrimonio de todos”.
Además, estos grupos dan cuenta de prácticas ilegales con cepos, venenos o vallados ilegales que son tolerados por la administración. Incluso señalan que no existe un control científico de impacto en la fauna protegida—muchas han sido exterminadas y reemplazadas por animales de granja—y la no protegida. A parte de confrontar visiones sobre la caza como “actividad de diversión”, denuncian que “hay oscuros lazos de intereses entre altos cargos de la administración y la explotación cinegética”.
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