María Jesús Villarrubia: una alumna aventajada

Cuando en el número anterior de Vive Torre tuvimos la oportunidad de charlar con el profesor Pedro Extremera descubrimos a otra gran artista. María Jesús Villarrubia, vecina de Torrelodones, es la primera alumna del profesor Extremera que expone en solitario, y eso es un verdadero honor, sobre todo teniendo en cuenta que nuestra pintora tiene 77 años.
La exposición titulada "Paisajes" recoge obras de los últimos años que María Jesús ha ido realizando durante su aprendizaje con Extremera. Desde el pasado 17 de enero y hasta el próximo 21 de febrero todo aquel que quiera podrá disfrutar con magníficos paisajes de muy diversos lugares del mundo reunidos en Torreforum.
Nosotros, además, tuvimos el honor de que la propia pintora nos hable de su obra y de ella misma. Orgullosa de su exposición, siempre quiso estudiar Bellas Artes, aunque por entonces sus padres prefirieron que hiciera Filosofía y Letras. Nacida en Madrid, vino a vivir a Torrelodones buscando, junto a su marido, la tranquilidad fuera de la urbe, y además, así está mucho más cerca de sus hijos y nietos, que viven por la zona Noroeste de la Comunidad.
¿Ésta es realmente su primer exposición?
Bueno, yo la verdad es que expuse ya de soltera, pero por entonces era autodidacta. Por ejemplo en San Xenjo, donde veraneaba, hacía cuadros al natural y los exponía en el club náutico y en un restaurante de la zona. También en Palma de Mallorca, pinté los alrededores y expuse. Pero ésta es mi primera exposición después de haber dado clase de pintura.
En este caso todos los óleos son paisajes, ¿pinta también otro tipo de motivos?
Sí, también he pintado bodegones. Me los preparaba mi marido que lo hacía estupendamente.
¿Cuándo descubrió su amor por la pintura?
Cuando estaba estudiando en el instituto tuve un profesor que fue el que me inició en el óleo, porque vio que yo dibujaba muy bien. Entonces comencé pintando algunos cuadritos, se los enseñaba y él me dirigía. Lo mío es una vocación, me encanta pintar. Cuando estoy pintando un cuadro estoy todo el día pensando en él, dándoles vueltas, y me evado de otros asuntos.
¿Cuándo comenzó a dar clases de pintura en la Casa de la Cultura?
Hace ya seis años. Siempre con Pedro Extremera. Todavía sigo yendo a clase dos veces por semana y me encanta. Yo quiero aprender más. Lo que más me gusta es que el profesor te da la técnica, si te ve errores te los corrige, pero te da libertad, te deja elegir tu estilo.
¿Cómo surge esta exposición de "Paisajes"?
Todo por parte de Pedro Extremera. Yo le estoy muy agradecida y se lo dije, pero él me insistió en que no se las diera porque él estaba disfrutando más que yo, que sabía que no le iba a dejar en mal lugar.
Los paisajes que pinta son todos muy variados, ¿son todos pintados al natural?
Algunos sí, pero otros son de fotografía. De viajes que hacen mis hijos y me traen fotos, fotos hechas por mi o de libros que me compran. Hay de Escocia, de Senegal, de las secuoyas de Estados Unidos, de Venecia, pero también muchos otros de lugares de España. Ahora con la edad que tengo, pinto más de fotografía, quizás pinto más al natural en verano cuando me voy de vacaciones.
Veo que ninguno de los cuadros son de paisajes de aquí, de Torre.
Es cierto, pero tengo muchas ganas de subir al Canto del Pico y pintarlo. No he ido nunca pero tengo entendido que es muy bonito y creo que merece la pena pintarlo, aunque claro, ¡alguien tendrá que llevarme!
¿Le gustaría organizar más exposiciones para seguir mostrando sus cuadros?
Por supuesto, muchas más. Estoy encantada, y espero que cada vez sean mejores. Yo no lo sé todo, quiero seguir aprendiendo.
¿Ha vendido algún cuadro?
He vendido dos ahora, y en junio vendí otros dos en la exposición colectiva. Además me acaban de decir que hay alguien interesado en comprar otro de mis paisajes.
Os recordamos, que ya se puede visitar en Torreforum "Paisajes" de María Jesús Villarrubia, hasta el 21 de febrero. Merece la pena disfrutar de los bellos y variados paisajes de esta vecina de Torrelodones. Incluso si se amiman, podrán llevarse a su casa un óleo por un precio muy asequible.