Se trataba de un dispositivo, equipado con diverso material electrónico y elevado gracias a un globo, que en su viaje al espacio recogió imágenes de su vuelo y “una serie de información sobre presiones, alturas, temperaturas...”, explica José María Letona, director de la Escuela de Pensamiento Matemático. Y con ella “los niños aprendieron muchísimo más de lo que habrían aprendido en ningún curso. Han creado los circuitos electrónicos, han hecho cálculos sobre aislamientos técnicos, transmisión del calor, presiones, velocidades, temperaturas... hicieron un repaso de las matemáticas y de la física que van a estudiar en todo el Bachillerato. Y luego vieron que lo he habían calculado realmente funcionaba”. A los 35.000 metros de altitud, “como habían calculado”, el globo explotó y la sonda descendió de nuevo a tierra -a una velocidad de 150 kilómetros por hora-. La encontraron a 200 kilómetros del punto de lanzamiento.
Ha sido tal el éxito que este año van a organizar un nuevo taller y construir una nueva sonda que bata el récord español de altitud de una sonda estratosférica, “que está en los 52.000 metros de altura”. Saben que va a necesitar de más tiempo y trabajo, pero están animados por el positivo resultado de esta primera experiencia.
Este taller es un ejemplo de las actividades que se desarrollan en la Escuela de Pensamiento Matemático Daniel Guzmán, un centro que desde 2003 forma a alumnos con altas y muy altas capacidades en matemáticas y trata de desterrar el mito de que las matemáticas son 'aburridas'. Para Letona, el problema es otro, que se enseñan “mal” se mata “la creatividad” de los escolares. De ahí que desarrollen, además de su actividad formativa, orientadas a estimular el razonamiento lógico, otras actividades paralelas para estimular el conocimiento de esta y otras materias asociadas entre los escolares madrileños.
Un ejemplo de ello es el programa 'Montamos el número', una actividad para los colegios que ofrece una sesión de 3 horas en las instalaciones de la Escuela en la que, además de una charla interactiva de 'magomáticas', incluye una gymkhana matemática con los escolares y un taller para crear desafíos matemáticos. Entre octubre y noviembre de este año han pasado ya por estas actividades casi unos 2.000 escolares de toda la región, y esperan llegar a que sean hasta 4.000 escolares cuando termine el curso. “Los niños lo pasan muy bien”, asegura el director de la Escuela, “y recibimos unas calificaciones excelentes, tanto de los alumnos como de los profesores”. De hecho, ya se ha dado el caso de un Ayuntamiento, el de Las Rozas, que ha subvencionado en alguna ocasión parte del coste de la actividad a los escolares de su municipio.
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