Otro árbol contiguo corre el mismo peligro y la zona se ha acordonado.
Ante el asombro de muchos vecinos que estaban cerca, un chopo o álamo blanco- con una altura de una casa de cuatro plantas- se ha precipitado hacia el suelo con la suerte que nadie pasaba por debajo ni había ningún coche aparcado en toda la longitud del desplome. Esto ocurría sobre las 11.30 de la mañana, en un día en el que las fuertes rachas de viento han facilitado que esto ocurriera; pero no es el único factor que ha influído, porque el capataz de Medio Ambiente, Manuel Carrero explica que “las raíces están podridas, no tienen sujeción. Estos árboles son de rivera de ríos y no son adecuados para sobrevivir bajo el asfalto”. En la calle de Los Ángeles también informan que tienen que talar otro árbol por la misma situación de amenaza de desplome.
La policía local ha acordonado la zona y cerrado al tráfico hasta que los bomberos de la base del Pinar de Las Rozas han llegado con la intención de reducir el árbol caído en piezas más pequeñas para que sean recogidas por la empresa que se encarga del tema de podas y jardinería en el municipio y proceder al talado del árbol contiguo que al estar muy próximo a un edificio de viviendas tendrán que tomar máximas precauciones.