Un comercio para una vida digna

Sí saben, en cambio, que después de plantar los árboles del cacao hay que esperar unos 5 años para recolectar las mazorcas; saben también cómo sacar sus semillas blancas y dejarlas fermentar durante 5 días para que adquieran ese característico color chocolate, y cómo secarlas y transportarlas después por una ruta vertiginosa, una de las más mortales del mundo, hasta La Paz, a 270 kilómetros (que tardan en recorrer 12 horas), donde tienen su fábrica de chocolate. Allí lo transforman en tabletas de chocolate, bombones, turrones, barritas... todo orgánico, sin químicos de ningún tipo, pero, dada las estrictas reglas internacionales del comercio que les impone unos aranceles excesivos, no pueden exportar ningún producto acabado. Sólo venden cacao en polvo y manteca de cacao a los mercados solidarios de Europa, EEUU y Japón. Gracias al
proyecto "Comercio Justo", apadrinado por diferentes ONG y asociaciones internacionales, iniciativas campesinas como la cooperativa CEIBO, a la que pertenece Abraham y que reúne a más de mil productores de cacao orgánico, han podido salir de la pobreza y garantizarse una vida digna con la venta de sus productos.. Los alimentos ecológicos como el chocolate Mascao - cuyo excelente sabor tuvimos oportunidad de degustar los asistentes-, así como otros objetos artesanales, se pueden encontrar en las tiendas de Comercio Justo que se encuentran diseminadas por España. En Madrid están en la calle Alberto Aguilera y en Goya, así como en San Sebastián de los Reyes y en Getafe. Ninguna nos pilla demasiado cerca, pero, ahora que se acercan las fechas consumistas por excelencia, quizá merece la pena el desplazamiento si sabemos que, además de comprar un regalo para alguien querido, estamos ayudando al desarrollo de otros trabajadores menos favorecidos.

La conferencia pudo realizarse en Torrelodones gracias a la intermediación de nuestra vecina Rosa María Rodríguez, voluntaria de Intermon Oxfam, organización impulsora del Comercio Justo que actualmente está llevando a cabo unos seiscientos proyectos de cooperación al desarrollo en África, Asia y Latinoamérica, con la intención de "potenciar un comercio que beneficie a todos, no sólo a los más poderosos".