Inmotorre: profesionalidad y cercanía

Ambos tienen 33 años, son casados y padres de familia, y desde hace tres años y medio se encargan de Inmotorre, una inmobiliaria de dimensiones no excesivas pero de una gran fiabilidad. Cuando Nacho, cansado de trabajar para otros, decidió montar su propia empresa en nuestro pueblo con la ayuda inestimable de Pablo, su iniciativa tuvo una buena acogida: "Empezamos con poco dinero y mucha ilusión, pero después de tres meses vimos que la cosa funcionaba, y aquí seguimos". Su valor diferencial es el trato personal y su plena implicación con los clientes, cubriendo todas las necesidades tanto antes como después de las operaciones: "No sólo estamos aquí para ganar dinero", afirma Nacho, "seguimos ahí después ante cualquier inconveniente que pueda surgir". Del éxito de sus transacciones, los nuevos clientes acuden a ellos: "Como salen contentos, luego vienen sus amigos o familiares; aquí funciona bastante el boca a boca". Comenta también que los propietarios suelen tener miedo de alquilar sus casas por los posibles problemas que puedan surgir con los inquilinos, pero quiere animar a que se alquile más, ya que "el noventa y cinco por ciento de los que alquilan son buena gente, y nosotros nos hacemos cargo de las complicaciones eventuales, que suelen ser pocas". En Torrelodones la demanda para alquilar, tanto casas como pisos, supera con creces la oferta.

Aunque en Inmotorre tienen clientes de Madrid, Las Rozas u otras poblaciones cercanas, también hay muchos que son de Torrelodones y quieren cambiar de casa sin cambiar de pueblo: "Los que viven en Torrelodones no se quieren ir, este lugar marca", asegura Nacho. Este agente de la propiedad - uno de los pocos que hay en Torrelodones - comenta que en los últimos años el coste de la vivienda se ha acelerado en exceso, pero ahora se está desacelerando; hemos pasado de tener una subida del 15 % en el precio de la vivienda a caer al 5%. Es, por tanto, un buen momento para comprarse una casa.