Ricardo Roquero: ‘Hay que poner en valor nuestros recursos’

¿Qué destacarías de nuestro patrimonio natural?
Tenemos una enorme riqueza porque somos un corredor natural que une dos parques regionales. Pero además estamos al borde de una arteria de comunicación como es la A-6 y a escasos 30 kilométros de Madrid. El paisaje que tenemos es espectacular. Nuestra geología es muy original y específica, los roquedos graníticos (piedras de gran tamaño) tienen un enorme interés, así como las especies vegetales autóctonas: madroños, almeces o lodones y mestos, que son híbridos de alcornoque y encina, y quedan pocos. Hay especies de animales endémicas, propias de nuestro entorno, mariposas o colonias de murciélagos, víboras, buitres, y todo un hábitat vivo alrededor de las charcas. Sin embargo, creo que no se conoce; seguimos siendo un pueblo dormitorio, que no lo anda ni lo disfruta todavía.

Eso es que no lo tenemos muy en cuenta...

Este pueblo tiene una identidad histórica de primera magnitud, pero está perdida y muy olvidada. Por ejemplo, ha sido un pueblo de camino, de parada y posta, a cinco leguas de Madrid. Antes de esta época está todo por investigar, las dudosas pinturas rupestres del Monte de los Ángeles, sepulturas musulmanas o visigodas aparecidas en el subsuelo de la fuente del caño, árabe las corralizas bereberes o la tradición medieval ganadera. Estamos aún descubriendo molinos y la actividad que se desarrollaba a lo largo del rio Guadarrama; los bandoleros que aquí se escondían; la etapa de principios del XIX con la familia Vergara y el diseño urbanístico en La Colonia. El expolio del Palacio del Canto del Pico, la arqueología de la guerra civil o la arquitectura actual. Hay mucha historia por recuperar y dar a conocer, frenar el deterioro y abrir el acceso.
¿Qué haría falta para que se conociera mejor?
Nosotros consideramos que en el territorio se configura la identidad de la población. Para recuperarla aquí en Torrelodones hay que generar enclaves que vinculen e integren el patrimonio natural y el cultural. No tenemos un inventario de flora y fauna municipal, porque solo existe uno general de la Comunidad que es de hace 20 años. El catálogo de bienes protegidos municipales tiene más de 15 años y la carta arqueológica de la Comunidad de Madrid está incompleta y desfasada. Para proteger y recuperar nuestro entorno hay que investigar, inventariar y documentar y luego, la difusión para facilitar el acceso a todos los vecinos con una señalización y normas de protección.

Y con todo lo que tenemos... ¿hay algún plan?
Hace más de un año, el Ayuntamiento pidió a Camineros la colaboración para elaborar unas guías de la Naturaleza y de los Caminos de Torrelodones. Nosotros asesoramos y elaboramos un proyecto con varias directrices de trabajo. Pero luego, nos costó poder reunirnos con ellos. En noviembre la Concejalía de Medio Ambiente anunció que una empresa realizaría un catálogo de recursos locales para el desarrollo turístico. Desde el Consejo de Medio Ambiente estamos aportando mejoras.

¿Por qué es necesario conjugar economía y ecología?
Los recursos naturales e históricos hay que ponerlos en valor. Consideramos que hay que hacer un plan integral de recursos, para que luego se aproveche turísticamente y posibilite iniciativas respetuosas. Aquí no hay condiciones para instalar un polígono industrial pero tenemos la A-6 por donde pasa mucha gente. Creemos que es clave contar con los profesionales locales, así como promover un vivero de empresas del municipio, porque no tiene sentido contratar empresas de fuera cuando aquí hay mucha necesidad. Es necesario que se promueva la gastronomía y haya visitas guiadas realizadas por jóvenes del pueblo. Apostamos por la marca Torrelodones, que fortalezca nuestra identidad.

¿Qué relación hay con el equipo de gobierno?
Nosotros creemos que el Ayuntamiento no es el último eslabón, mas aún cuando la política está deformada por su propia configuración. El gobierno tiene que escuchar y articular con la ciudadanía que es la que está por encima. Las asociaciones no queremos hacer sombra a los profesionales, pero tenemos que reclarmar constantemente y no cada cuatro años.

¿Qué es lo que más preocupa a Camineros?
Queremos que se avance hacia el Plan General de Ordenamiento Urbanístico (PGOU), porque con las normas subsidiarias hay mucha más flexibilidad para recalificar facilmente los suelos, como ha sido el ejemplo de Las Marías. No hay que olvidar que el AHN tiene una protección frágil porque es sólo municipal y depende del gobierno de turno. El Plan permite discutir el modelo de pueblo que queremos y se necesita participación ciudadana. Nos preocupa también la red de caminos que se diseñe, porque no hay que llegar a todas partes, y que se regule el acceso de las bicis y la señalización para las personas porque se está haciendo mucho daño en el terreno y a las especies.