Al agua por África

Un encuentro que atrajo a un total de 40 personas de entre 18 y 60 años en el que durante tres horas los participantes seguían los ejercicios acuáticos de seis monitores al ritmo de la música.
“Se trata de dinamizar la piscina los sábados y atraer a los padres con sus hijos para hacer una misma actividad deportiva que además sirva para pasarlo bien y hacer amigos”, afirma Miguel Ángel Campo, gerente de la piscina; “y si además ayudas a una asociación mejor”. En este caso, lo recaudado, 86 euros, ha ido a parar a la asociación Kelele África, que ahora trabaja para crear una escuela en Uganda.