El artificio de Vulcano

Como todo lo que alguna vez empieza, llega un momento que acaba. El punto final de estas fiestas lo puso, como era de esperar, la ensordecedora traca. Pero, antes de ello, la Pirotecnia Vulcano nos ofreció un espectáculo de estrellas de todos los colores, palmeras y estelas sonoras. Desde luego, lo que no faltó fue ruido. Encaramados en la colina del parque Pradogrande, los asistentes buscaron refugio en los árboles y, a pesar del viento amenazador que soplaba esa noche, por fortuna no hubo que lamentar ningún incidente.

Como tenemos la suerte (¿o la desgracia?) de ser un pueblo dividido, no tendremos que esperar muchas semanas para volver a disfrutar de los olores y sabores de estos festejos tradicionales. ¡Nos espera La Asunción y San Roque!