El aparcamiento

Si Torrrelodones no se hubiera convertido en uno más de los municipios dormitorio de Madrid a lo mejor se podría perdonar que el famoso Plan Felipe lo excluyera por un motivo más que ruin: aquí gobernaba la derecha, que no el pesoe. Esa es la realidad y disfrazarla para argumentar lo contrario no lleva a ninguna parte. Con la llegada del felipismo al gobierno, allá por el ochenta y dos, todo cambió. Como bien dijo aquel deslenguado que era nada menos que vicepresidente del Gobierno, “a España no la va a reconocer ni la madre que la parió”. Estos, que empezaron a gobernar como cuando entran a caballo en una cacharrería, enseguida prometieron autovías, aves, estaciones y aparcamientos a todos pero sólo llegaron a los que lucían sus siglas. Por eso y no por otra cosa, repetimos, el Plan Felipe, que dotó de estaciones y aparcamientos a todos los municipios de la sierra, se olvidó de Torre.

La verdad es que en el periodo de Aznar se podía haber solucionado la totalidad de las zancadillas, excusas y demás argumentos que retrasaban la ubicación y construcción del necesitado aparcamiento junto a la estación. Pero no se logró, quien sabe si por negligencia de nuestros políticos que no supieron exigir en forma y manera o porque ya se sabe que la derecha es algo acomplejada y suele beneficiar al contrario antes que al propio. Vamos, que eso que en la época de ucedé se decía de que eran tan demócratas que no tenían inconveniente en tener a la secretaria del pesoe… Así les fue y así les sigue yendo a muchos cargos populares que andan con complejos de derecha.

Por desgracia en Torre vamos camino de que por muchos años más este municipio carezca de un necesario aparcamiento junto a la estación. Ni la Comunidad de Madrid, ni el Ministerio de Fomento, ese que ahora no tiene un euro para invertir, van a mover un dedo. Se pedirán, se seguirán pidiendo informes ecológicos, de impacto, opinión de vecinos y demás estudios de viabilidad y pasarán los años, muchos años, antes de que llegue el prometido aparcamiento.

Habrá que seguir o bien bajando en autobús o acudiendo a municipios cercanos donde aparcar. Aunque, como van las cosas, y como seguirán durante unos diez años más, a lo mejor el problema se soluciona solo ya que se calculan en muchos miles las empresas que en Madrid acudirán al concurso de acreedores porque estos que nos gobiernan, y muchos otros que mandan a los que gobiernan, nos han arruinado.