La crisis llegó al consistorio

La desaceleración que durante demasiado tiempo fue negada por el presidente R. Zapatero parece que ya ha llegado a muchos municipios de la CAM, en forma de brutal crisis, claro.

Nuestro alcalde, Carlos Galbeño, en sus recortes para llegar como se pueda al 2011 manifiesta que está asegurado el pago de nóminas y pago a proveedores, con retrasos de hasta cinco meses. Después de recortar salarios, como se ha venido haciendo a los funcionarios tanto de la administración general del Estado, como de la mayoría de las autonomías, después de anunciar que muchos lujos a que nos hemos acostumbrado han llegado a su fin, después de anunciar que habrá que externalizar servicios ahora públicos, para que salgan más baratos, después de muchas más medidas, sólo tiene confianza de que este año no habrá quiebra de las arcas públicas. El 2011 no está nada claro…

La desaceleración que durante demasiado tiempo fue negada por el presidente R. Zapatero está llevando a la ruina a muchos municipios de nuestra comunidad, como ha reconocido Esperanza Aguirre con amargura, llegándose el caso de que los alcaldes que se sienten impotentes para solucionar la situación económica hasta el punto que no tienen suficiente para pagar a los funcionarios la extra de julio y la paga de agosto, no se les ocurre otra medida que dimitir. Se sienten impotentes, se sienten hasta cierto punto engañados por no haber tenido tiempo de tomar medidas si se les hubiera advertido en su momento de la que estaba preparándose.

La crisis que está afectando a los municipios puede arrastrar a muchas empresas suministradoras de estos que no pueden aguantar las moras, reiterativas, de los organismos públicos que no pueden hacer frente a las facturas. Las empresas han adelantado materiales, salarios, se han endeudado con entidades financieras y cuando pasan factura al ayuntamiento correspondiente se les informa que han de esperar unos meses, porque no hay dinero en caja, salvo para pagar las nóminas de los funcionarios.

Quizá sea hora de que el estado revise la abultada nómina que entre todas las administraciones ha de hacer frente, haya o no bonanza, haya o no crisis, haya o no dinero en las cajas correspondientes.

La desaceleración que durante demasiado tiempo fue negada por el presidente R. Zapatero nos las va a hacer pasar canutas, también en Torrelodones.