“La Jarosa es un entorno natural único que necesita ser cuidado y protegido. Con la llegada del buen tiempo y los negocios de restauración en la zona, la masificación de coches, suciedad, peligro de incendios, y contaminación acústica se incrementan, dañando la calidad de este entorno natural”, señalan desde AppG, que se ha mostrado preocupada por la repercusión de esta afluencia de visitantes “si no se gestiona adecuadamente”, como incendios o contaminación acústica, “que puede perturbar los hábitats silvestres e incluso alterar los patrones de comportamiento animal”.
“Este dilema exige un enfoque equilibrado que cuide nuestros recursos naturales al tiempo que permite su disfrute. Por ello, solicitamos a la delegación del gobierno que aumente la vigilancia en la zona de La Jarosa, incorporando más agentes del SEPRONA. Esta medida, estamos seguros, permitiría mejorar las condiciones actuales de este preciado ecosistema, garantizando su sostenibilidad a largo plazo.”, han asegurado.