“La situación llega a ser tan caótica que se acumulan en carros de la compra de un supermercado cercano las herramientas para reparar. Por no hablar de las oficinas improvisadas en la planta -1 de la Unidad Médica de Bomberos, teniendo que bloquear la puerta con estanterías para que las personas no autorizadas no puedan acceder al local donde se encuentra la medicación y material delicado”, aseguran en un comunicado.
La situación en la que se encuentran estas instalaciones han provocado que esta misma semana se haya registrado un robo en las instalaciones. “El estado en el que se halla el almacén, con todo el material sin guardar de una manera adecuada, ha facilitado que haya sido sustraído diverso material tras realizar un butrón en la verja que rodea el recinto. Este robo se suma al de hace unos meses, cuando desaparecieron cuatro motosierras”, denuncian.
Desde CSIF han recordado a la Administración regional que estas instalaciones son las mismas que hace 28 años, “cuando en el Cuerpo de Bomberos apenas había 700 personas y se contaba con seis parques de bomberos menos, algo que hace evidente la falta de inversión por parte de la Comunidad de Madrid”. Son, denuncian, “28 años sin mejoras en una infraestructura obsoleta” en la que, además, “no se pueden gestionar adecuadamente los residuos recogidos en los siniestros y falta espacio para reparar los vehículos de emergencia”.
Existe un compromiso, señalan de crear unas nuevas instalaciones “y como siempre, todo ha quedado en promesas incumplidas”, señalan desde el sindicato, que se pregunta “qué respuesta van a dar si Inspección de Trabajo determina el cierre del Almacén de Bomberos y el Taller”, porque “está claro que si no se toman medidas, el cierre será inminente”.
“Esto supondría la privatización del servicio público con la excusa de su deterioro, algo que desde CSIF no vamos a tolerar y vamos a denunciar”, aseguran. El último informe del Departamento de Salud Laboral de CSIF, tras una inspección realizada hace más de cuatro meses indica “que las condiciones son críticas” e incluyen, entre otras deficiencias, despachos sin espacios ni luz natural o ventilación, falta de baños femeninos, instalaciones provisionales en casetas en altillos dentro del taller y acumulación de material en pasillos y carros de la compra. “El nuevo almacén no puede esperar más”, concluyen.