Un problema de todos

En la primera parte todos los ponentes coincidieron con el planteamiento introducido por Antonio Gamonal: los jóvenes que consumen drogas lo hacen porque éstas a corto plazo son placenteras y no requieren esfuerzo alguno, el placer se obtiene rápido. En palabras del ponente José Luis Sancho, “el adolescente es inmediatista y las drogas dan premio siempre y ya. En cambio, el baloncesto o estudiar requieren esfuerzo y no siempre se obtiene recompensa”. El adolescente se pregunta “quién es, éque quiere y de qué es capaz” y los medios para descubrir las respuestas no siempre son los adecuados. Los ponentes David García (Presidente del Club de Baloncesto Torrelodones) y Patricia Marbán (Coordinadora de tiempo libre E.T.L Ideas Educativas) nos introdujeron en sus ámbitos como un método para alejar a los jóvenes del “factor riesgo”. El director del Instituto Diego Velázquez, Mario López, aportó el concepto de “educación” desde todos los ámbitos para combatir la drogodependencia entre adolescentes. “Hay que educar siempre, anticiparse, ayudar a construir, que no imponer, el futuro de nuestros hijos”. Renegó de la mala fama de los centros públicos como un factor de riesgo para el consumo: “En los centro privados el problema de la droga se oculta, lo que no quiere decir que no exista. En la educación pública el problema se trata”.

La segunda parte de la jornada comenzó con la exposición del Doctor Mario Martínez Ruiz, profesor de la Facultad de Medicina CEU que definió la drogodependencia como una enfermedad cerebral, crónica y recidivante (con un factor alto de recaída). “La diana de las drogas son el cerebro, concretamente las neuronas”. L. Desde el punto de vista social, Carlos Aparicio, profesor de Trabajo Social en la Universidad Complutense, nos habló de una pérdida primero de autonomía; después de creencias y valores (como la sinceridad o la responsabilidad) y; por último, de redes sociales: la última y más trágica la familiar.