La Camerata y la Asociación que la sustenta nacieron del empuje de Martina Benavides y Ferdinando Trematore, dos violinistas de Hoyo que, a pesar de su juventud -26 años- tienen ya una importante trayectoria académica y profesional. Sin ir más lejos, Ferdinando es, desde este año, integrante del Trío Arbós, formación española que es todo un referente internacional en la música de cámara.
“Aunque habíamos participado bastante en la vida cultural de Hoyo de Manzanares, queríamos hacer un proyecto nuestro”, explica Martina. De esa idea surgió la Camerata Da Vinci, creada para potenciar la labor de jóvenes músicos profesionales de la zona Noroeste, que dio su primer concierto en septiembre del año pasado con un homenaje a las víctimas del COVID.
“Tuvo mucho éxito, y el alcalde y el concejal de Cultura nos animaron a hacer una propuesta más ambiciosa”. De ahí nacieron la Asociación Musical Da Vinci y ‘Clásicos en Hoyo’, que ofrece una actuación al mes proponiendo diferentes tipos de agrupaciones (tríos, cuartetos, sextetos…) y temáticas, dependiendo de la época del año. Como colofón a este ciclo, que dará paso al programa veraniego Buenas Noches, el sábado 19 de junio actuarán en el Auditorio de la Plaza Cervantes con la Camerata al completo en un concierto que han bautizado ‘La fiesta de la música’.
“Queríamos hacer algo artísticamente relevante, nuestra intención es que el público pueda escuchar música de calidad en su pueblo, sin tener que bajar a Madrid para escuchar un buen concierto”, explica Ferdinando. “Hay muchísima cantera de músicos en la zona que tienen un nivel altísimo. Hemos intentado que pudieran participar el mayor número posible en la Camerata, porque en un momento como éste cualquier músico necesita subirse a un escenario y compartir su música. Hemos tenido mucha suerte, todos han creído en el proyecto y saben que es un comienzo”, indica, por su parte, Martina. La misma buena acogida han tenido entre el público, que ha llenado cada uno de sus conciertos.
Además del ciclo de ‘Clásicos en Hoyo’, tienen otros proyectos en marcha, como conciertos didácticos para escolares. Ya han hecho dos en el IES Francisco Ayala, y quieren extenderlo a otras localidades, como Torrelodones, donde Martina da clases de música en el IES Diego Velázquez. “El futuro del público de la música clásica está entre los chavales de esas edades”, explica Martina, de ahí su interés en llegar a los más jóvenes, para que vean la música clásica “como algo asequible”. En ese acercamiento ayuda mucho que ellos mismos, no superen en ningún caso los 30 años de edad. “Quienes nos subimos al escenario somos como ellos, tenemos entre 18 y 26 años, y eso les trasmite una imagen distinta de la música clásica a la que ellos esperan”.
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