La instalación de medidores de CO2 en lugares utilizados por grupos de personas, durante más de una hora, es una medida posible y deseable, ya que la concentración de CO2 es un indicador del nivel de ventilación. El CO2 se genera por la respiración de las personas, y, por lo tanto, en un aula cerrada, tiende a incrementarse a un ritmo constante para un determinado número de personas.
Cuanto menor sea el nivel de CO2 más aire exterior hay en el aula. De esta forma, un valor entre 500 y 700 ppm sería un valor aceptable, pero si llegara a 800 ppm, habría que ventilar de forma obligatoria e inmediata mediante la apertura de las ventanas y las puertas.
Uso de un aula testigo
La adquisición se ha realizado desde la Concejalía de Educación en coordinación con la Dirección de Área Territorial, atendiendo a las necesidades de los centros educativos.
Los medidores se utilizarán en “un aula testigo”, que es un aula de características normales en relación con el resto de aulas del centro, que puede servir para estandarizar mediante extrapolación el comportamiento del resto de aulas del centro. Así, una vez que se conoce el comportamiento de ese aula testigo, este comportamiento se puede extender al resto de aulas de similares características en cuanto a superficie, volumen, y ocupación.