Un grupo de 17 pintores del Curso de Pintores Pensionados del Paisaje organizado por la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce se han acercado este martes hasta la zona del Puerto de la Morcuera para retratar el estado en el que ha quedado el paisaje tras el incendio registrado la semana pasada y que calcinó 280 hectáreas en La Morcuera, Canencia, Miraflores, Rascafría y el paraje de Hoyuelas. Lo han hecho con carboncillos extraídos de los propios restos del incendio, después de leer un manifiesto artístico “contra la barbarie de la destrucción del paisaje y la importancia de su preservación”.
Según explica el codirector del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, Pablo Sanjuanbenito, se trata de que recojan in situ el estado de la zona calcinada por las llamas. “Queremos que sus pinturas sirvan como manifiesto de conservación de la naturaleza, ya que parece además por todos los indicios que ha sido un incendio provocado”, ha indicado, al tiempo que ha asegurado que “queremos también que sirva de apoyo a los equipos de extinción, a la naturaleza y de sensibilización”, con una serie de textos que acompañarán a las pinturas, que se podrán ver en el Monasterio de El Paular, donde están residiendo estos días los pintores.
Estos 17 pintores de diferentes escuelas de bellas artes distribuidas por todo el territorio nacional pasan el mes de agosto compartiendo experiencias y formándose con estancias en Segovia y Rascafría. Desde el pasado día 9 están practicando con sus pinceles en el Parque Nacional. La beca de la que disfrutan tiene una larga tradición. Se creó como Escuela de Paisaje de El Paular, el 22 de febrero de 1918, dentro de la Cátedra de Paisaje de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, con la finalidad de que los artistas becados recrearan con sus pinceles “las bellezas y sanas maravillas de la Naturaleza”.