Miércoles 23 de abril de 2014
Aunque desde el Ayuntamiento se nos anunciara a grandes voces (ver revista municipal noviembre 2005) la incorporación a nuestro patrimonio del Canto del Pico, catalogado como Bien de Interés Cultural, en el plazo aproximado de seis meses, la realidad es que todavía estamos esperando (más de dos años después) la firma del supuesto convenio urbanístico con los propietarios. Mientras, su claustrillo ha vuelto a donde lo quitó el conde de las Almenas, al monasterio de Santa María de Valldigna (Valencia), sin haberse realizado una copia, tal y como estaba acordado. La alta protección que pesa sobre el parque natural en el que se inscribe impide intervenir en la zona, y por tanto potencia su abandono. Un ejemplo más de lo contradictorio de nuestras leyes, así como del desinterés y descoordinación de las distintas administraciones.
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