Miércoles 23 de abril de 2014
Hemos recibido quejas por parte de algunos jóvenes de Torrelodones que no se sienten identificados con el reportaje que publicamos en el número anterior acerca del vandalismo juvenil. Obviamente, no todos los jóvenes son vándalos (por fortuna, sólo una minoría) y en estas páginas siempre intentamos destacar las iniciativas positivas del colectivo juvenil, que son muchas, pero tampoco se puede negar la existencia de estos lamentables actos. El caso de esta marquesina de la avenida de la Dehesa es significativo: su récord de permanencia debe rondar los seis meses, tirando por lo alto. Desde aquí ya hemos realizado en anteriores ocasiones llamados para buscar otra solución, como la sustitución de los cristales por otro material plástico de más difícil destrucción. Claro que la solución definitiva, sin duda, pasa por la educación.
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