La idea es evitar posibles sustos, incidentes o, incluso, riesgo de en incendios en el hogar, así como la idoneidad de que los restos procedentes de podas o maderas, se apilen junto a los contenedores de recogida de residuos para facilitar su reciclado.
Desde el área de Medio Ambiente Urbano se recuerda a los vecinos que para garantizar su propia seguridad se aseguren de que las cenizas procedentes de las chimeneas o estufas de leña o pellets estén completamente apagadas antes de proceder a retirarlas de la propia chimenea o estufa ya que cualquier continente que no sea de metal puede prender, incluidos los contenedores de recogida de residuos públicos.
Así, se recuerda que aunque parezca que un fuego esté apagado, conviene dejar las brasas reposar toda la noche o más, o, si no, depositándolas por ejemplo en un cubo de metal hasta su total enfriado. La mayoría de las brasas deben ser reducidas a cenizas frías o bultos de carbón vegetal. Para ello, es conveniente revolver la ceniza, y asegurarse de no sentir alguna fuente de calor que indicaría que puede haber brasas. Se debe sentir uniformemente frío. Una vez esto sea así, se pueden retirar con tranquilidad.
Por otro lado, a fin de contribuir al reciclado de materiales procedentes de podas o leñas, se recuerda a los vecinos que éstos se deben depositar en bolsas de hasta 120 litros, junto a los contenedores de residuos o en haces, para que puedan ser recogidos por el Servicio de Limpieza y ser destinados a su reciclaje, evitándose también así que se colmen de material los contenedores destinados a otro tipo de residuos, mejorando con ello la recogida selectiva de Residuos Sólidos Urbanos y, en consecuencia, contribuir de forma más adecuada al reciclado de materiales.