Exitosos intercambios en el instituto

Fue en noviembre cuando una veintena de chicos del Instituto Diego Velázquez de 1º de bachillerato se marchó de intercambio a Manhattan, donde pudieron disfrutar de su fiesta de “Acción de gracias”, pero además conocieron la manera de dar clases neoyorkina como las actividades de la escuela, Beacon School – centro con los que realizan el intercambio desde hace cuatro años- sin olvidar las excursiones a los sitios más interesantes de Nueva York.

Sin lugar a dudas fue una experiencia inigualable, increíble e inolvidable según nos ha contado Carlos Johnston, “ha sido perfecto, genial. Fuimos a aprender la cultura del país y ha dado su fruto. Visitamos Central Park y Brooklyn, pero lo que ha sido muy especial ha sido vivir con el americano, porque además yo vivía en El Bronx, que es un sitio pobre pero con su propia cultura, además como a mí me gusta mucho el hip hop, así que me gustó mucho”.

Según nos han contado tenían el listón alto, ya que los norteamericanos fueron muy hospitalarios, por lo que no podían quedar mal cuando los neoyorkinos llegaron a nuestro país el pasado mes de febrero. Denis Sherry nos ha asegurado que “creo que se lo han pasado bien, han recibido una información que no tenían en Nueva York; ellos están acostumbrados al estrés, al tráfico y al llegar a un pueblo y ver que es más tranquilo y más seguro, creo que ha sido impactante para ellos”.

Durante los días que estuvieron en España, visitaron Madrid, Toledo, Ávila y El Escorial. Previamente los españoles les mostraron la ciudad para que conocieran antes lo que iban a visitar, así como las tradiciones españolas y el país en general. Las excursiones tienen una peculiaridad, y es que por grupos recorren la ciudad siguiendo las pautas de un juego previamente diseñado, es decir, cuando llegar a la plaza, edificio o lugar emblemático tienen que grabar en su cámara de video una performance o hablar con la gente de la calle. Una forma original y diferente de conocer un lugar.

Tan buena ha sido la experiencia que aún mantienen el contacto a través de las redes sociales, e incluso Carlos nos ha asegurado que en verano va a ir unos días a visitar a su nueva familia.

Cuando terminó este intercambio a los pocos días recibimos a los 16 chicos holandeses. Durante las jornadas que estuvieron aquí disfrutaron de El Escorial, Segovia y Madrid, pero además realizaron actividades con las familias de acogida, y en el propio centro, haciendo yoda, meditación o música.

En este caso fue en el mes de diciembre, cuando nuestros estudiantes se desplazaron a la escuela Willem Lodewijk, en Groningen, donde también visitaron lo más significativo de la ciudad, además de una excursión a Ámsterdam y a la preciosa isla de Schiermonnikooj.

De igual manera, la experiencia ha sido maravillosa y muy divertida según nos aseguraba chicas como Clara, Beatriz o Elena.

Por último, hay que destacar su lado más solidario y social, porque en ambos países nuestros chavales dan a conocer la labor y los productos de Comercio Justo.