UN APLAUSO, POR FAVOR
miércoles 23 de abril de 2014, 12:06h
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“Caídos del Cielo” es el fruto de un original y complejo proyecto, tanto social como artístico, que no se queda sólo en abordar teatralmente el universo vital de los “sin hogar” en España, sino que se atreve a que, apoyados por profesionales y un excelente equipo artístico de dirección, sean precisamente ellos, como actores, los que den vida a personajes que lo tienen todo de ellos mismos, consiguiendo una obra que rezuma verdad y que atrapa al espectador de principio a fin.
Se estrenó en el Festival de Otoño en el Teatro Fernán Gómez de Madrid con un éxito rotundo. Primero por la dimensión del trabajo artístico, en el que colaboraron grandes creadores profesionales de las artes escénicas, pero sobre todo, por la transformación personal y social que vivieron todos los que participaron en este proyecto y llegaron al escenario de la Plaza de Colón. Nosotros hemos podido disfrutarla dentro del ciclo del Arts Torrelodones Escena, en el marco del teatro solidario.
La Fundación RAIS nace en Madrid en 1998 con la idea de ayudar a la inserción de las personas en riesgo o situación de exclusión social creando redes sociales que favorezcan dicha integración. Y así surge el grupo Pacientes Ambulantes, como un taller de teatro de personas sin hogar a disposición del cual se pone la actriz, directora y autora teatral Paloma Pedrero, que es la que después de ocho años de trabajo, junto con Elmuro producciones teatrales y la colaboración del Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid y la Fundación Coca-Cola, dan luz a este proyecto orientado al gran público y sin intenciones pedagógicas.
Además, todo el proceso de ensayos de la obra hasta su estreno, así como la transformación mencionada generada en todos los integrantes del equipo, se ha ido recogiendo en imágenes dando lugar a un documental que, con el mismo nombre, ha sido seleccionado para competir en Documentamadrid.
“Para escogernos a nosotros para hacer una obra de teatro, hay que estar muy pirao”, manifiesta una de las actrices, hasta el momento, no profesional. Y es que a todos ellos, por distintas razones, se les fueron cerrando las puertas hasta que no les quedó ninguna que abrir. La dureza de la calle y los albergues; la soledad, las drogas, el alcohol, los miedos; cada uno tenía su circunstancia. “Es muy duro no ser nada”, continúa, “todo ésto nos ha ayudado a sentirnos de nuevo personas. A salir de un agujero donde no éramos nadie para ser algo.” José Luis Álvarez, otro de los actores no profesionales, ve el escenario, después de su experiencia, como una “red de salvación” y entiende que “Caídos del cielo”, entre otras muchas cosas, “enseña a la gente que no tiene ni idea de cómo se puede llegar a esta situación, que se puede, pero además muestra que también se puede salir”. Hacen falta para ello más “piraos” que hagan posibles proyectos tan imposibles y que consigan cambiar una limosna por un aplauso.