Además de la polémica del impago del canon municipal arrastrado desde que se puso en funcionamiento el Colegio―que asumió este año el que fuera el único propietario desde el 2012, Arturo Fernández― aún se tiene pendiente la obligación, especialmente con las familias de alumnos, de construir las instalaciones deportivas comprometidas desde el inicio de la edificación de este colegio concertado.
Tras la subasta, los nuevos propietarios se reunieron con el equipo de gobierno y desde el Ejecutivo han declarado que “valoramos positivamente el cambio de gestión por la capacidad, la experiencia y mayor solvencia económica de este nuevo grupo”. Además expresaron que “confiamos en que GECESA no sólo satisfaga el canon sino que, y especialmente, inicie de manera inmediata la construcción de las instalaciones deportivas que a la fecha de hoy ya debieran estar ejecutadas”. A raíz de esta situación se lanzó la advertencia de la multa que pesaría “de no ser así el Ayuntamiento, a partir del miércoles 1 de octubre, aplicaría una sanción de 4.000 euros diarios hasta que por fin se iniciasen dichas obras”.
El Ejecutivo también concluyó que “esperamos que la consejería de Educación de la Comunidad de Madrid asuma las responsabilidades que le corresponden con este centro concertado. Confiamos que no se repetirán las situaciones que han tenido lugar hasta el momento”