miércoles 23 de abril de 2014, 12:06h
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Aquí no hay playa, pero hay terraza. Y no es que como en Benidorm tengamos que madrugar para coger sitio, pero si algo bueno trae la crisis es que muchos torresanos se han quedado en agosto. Ahora que quedan pocas plazas y el verano se jubila, es hora de hacer balance. ¿Cómo ha sido el verano torresano para las empresas? ¿qué han hecho los que se han quedado aquí?. En el siguiente reportaje respondemos a estas y otras cuestiones sobre el ‘efecto verano’.
Cerrar por vacaciones es todo un lujo que solo unos pocos pueden disfrutar. Este año, caminar por grandes ciudades como Madrid en los meses de verano ya no se corresponde con la tradicional imagen de 'ciudad fantasma' a la que estábamos acostumbrados. Y en Torrelodones el panorama no ha sido distinto. Algunos de los que aguantan han decidido renunciar a sus vacaciones este mes de agosto para mantener sus ventas y poder continuar con sus negocios abiertos, aunque gracias a las fiestas más frecuentadas de los últimos años y a las Jornadas Mundiales de Juventud que han traído a Torrelodones a cerca de 1.300 personas, lo han hecho de manera más alentadora.
Según Miguel Ángel Galán, presidente de la Asociación de Empresarios de Torrelodones, “se nota que este año ha habido más rotación, la gente ha viajado menos tiempo y ha habido más movimiento, pero el consumo no ha crecido significativamente”. “Todos los años se abren las terrazas en verano, pero somos conscientes que en este aspecto hay mucho por hacer, cada vez que viajo a otros países, incluso con peor climatología que el nuestro, me asombro de la actividad de sus calles con las terrazas acondicionadas para todo el año y con una estética admirable”.
Celia es vecina de Torrelodones, y ella admite que sólo ha podido irse de vacaciones “cuatro días al norte” pero la opción de quedarse en Torre “no está mal”. Aunque la crisis se nota también en la cultura y el ocio en este pueblo, por fin se puede aparcar y hay buen ambiente. En las terrazas y en los restaurantes hay más gente que otros años”.
Y es que en Torrelodones disfrutamos de una gastronomía muy variada, aunque sin plato típico aún, y contamos incluso con una asociación gastronómica llamada ‘El Lodón’, una asociación sin ánimo de lucro y cuyo objetivo es precisamente el desarrollo y divulgación del arte gastronómico y vinícola de Torrelodones. Miguel Ángel Galán afirma que además nos distinguimos de manera notable en las copas y bebidas Premium. “Posiblemente seamos el pueblo de la zona noroeste con mayor nivel en este aspecto”.
Las fiestas: poco ruido y muchas nueces
Además de disfrutar de las terrazas, los vecinos que se han quedado en Torrelodones han podido vivir, y lo que es mejor, participar de las fiestas patronales. Hacía tiempo que no se veía a tantos vecinos involucrados en sus fiestas y de manera tan sosegada. Y es que en comparación con años anteriores, en los se produjo una autentica batalla campal en los alrededores del recinto ferial con detenidos, quema de contenedores y mobiliario urbano, este año las fiestas de Torrelodones han discurrido en calma, recuperando así la tranquilidad que nunca se debió perder, y lo que es más importante, el sentido de las fiestas: la implicación activa de asociaciones y ciudadanos, de niños y mayores porque había actividades para todos. Y es que el nuevo equipo de gobierno ha realizado un especial esfuerzo por promover que el tejido social de Torrelodones fuera quien definiera y organizara sus fiestas con el apoyo y soporte del Ayuntamiento.
Talleres infantiles, juegos de agua, cuentacuentos, conciertos de la banda municipal, conciertos didácticos de música clásica, jazz fusión por las calles del pueblo, el concierto de Yago Moncar, batucada de manos de jóvenes de Madagascar, sin olvidar los pregones de la compañía TorreArte y la tradicional Cucaña que terminó con la alcaldesa nadando en el pilón fueron algunas de las actividades organizadas por el Ayuntamiento.
Por su parte, asociaciones como La Mano del Camaleón y Tiempos Mejores también pusieron su granito de arena con juegos acuáticos infantiles y juveniles, el torneo de Petanca, la carrera de huevos, el torneo de Chito.. pero para implicación la que ha tenido el Grupo Municipal AcTúa con la organización de torneos como los de ajedrez, futbolin; campeonatos como el de frontón y sogatira, concursos como el de Pintura Mural-Graffiti y exhibiciones como la de agilidad canina en colaboración con la empresa Agility. Una programación pensada para el disfrute de todos y en la que la participación ha sido más que notable por parte de los vecinos.
Finalmente, los ritmos a la percusión del grupo malgache Bloco Malagasy, el Baile del Farolillo y un espectacular castillo de fuegos artificiales pusieron la guinda de las fiestas patronales.
Unas fiestas cuyo presupuesto destinado se había visto reducido en un 70 por ciento aproximadamente respecto a las anteriores. Así, mientras el año pasado la partida de fiestas era de 150 mil euros, en este 2011 no superaba los 27 mil. “Hemos tenido que sacar algo más de otras partidas para fiestas, porque era demasiado drástico llegar nuevos y quedarnos sin fiestas”, declara la alcaldesa Elena Biurrun en entrevista radiofónica. Finalmente, según apuntan desde la concejalía de Fiestas, en julio se gastaron un total de 53.000 euros más los gastos que suponen las horas extras de policía (371 horas extra en 2010 frente a las 220 que ha hecho este año); y en agosto 20.000 euros. En total, el presupuesto utilizado para ambas fiestas suman un montante total de 85.000 euros, 65 mil euros menos que el año pasado.
Cierta diferencia ha habido también en lo referente a seguridad. Todos sufrimos en 2010 los fuertes incidentes en Pradogrande. Por ello, el operativo de seguridad se pudo ver desde el inicio hasta el final de ambas fiestas. Controles por parte de la Policía local, efectivos de Protección Civil, personal de seguridad en los accesos…todos ellos han hecho que las jornadas transcurrieran con tranquilidad y sin incidentes y no por ello han dejado de ser unas fiestas de lo más concurridas con un ambiente positivo y extrañable.
Y así ha transcurrido el verano torresano. Mientras unos trabajan abriendo y cerrando terrazas, otros están en escuelas de verano, otros disfrutan de días de descanso en la piscina de su urbanización y otros se hacen una ruta por la sierra. Aún quedan plazas para completar la estela y seguir haciendo balance.