TODO LO QUE QUIERO PARA TORRELODONES ESTA NAVIDAD ES…
miércoles 23 de abril de 2014, 12:06h
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Tan sólo quedan unos días para Navidad y ya se siente la ilusión por cada rincón. Las calles ya lucen colores dorados y los escaparates nos presentan sus mejores regalos. En los colegios preparan el concierto de villancicos y en las casas ya huelen a dulces y turrón.
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En medio de todo esto parece haber un espíritu contagioso dentro de cada uno de nosotros. Y es que en Navidad nos volvemos más solidarios, tenemos la necesidad de reforzar nuestros valores e incluso logramos alargar nuestra mirada hacia los más necesitados. Pero también en Navidad nos volvemos más susceptibles y reflexivos con el año que dejamos atrás y aprovechamos la conjetura para pedir deseos al que viene. Normalmente, cuando preguntas a la gente qué desea para el nuevo año, suele decirte que paz, tranquilidad, prosperidad…esta vez los torresanos lo hacemos de una manera muy especial y enfocamos nuestros mejores deseos al municipio, el lugar donde vivimos, donde se crían nuestros hijos, y donde hacemos planes para el futuro.
Como este año los vecinos se han portado muy bien, hacen su carta bien a los Reyes Magos, a Papá Noel, al papá Estado, la mamá Comunidad, o al hermano ayuntamiento para contarles “todo lo que quieren que la Navidad traiga a Torrelodones…”
Aumento del ocio y mejoras en las comunicaciones
Cristina y Héctor es una joven pareja de Torrelodones que conoce muy bien el municipio desde hace 15 años.. Cristina recuerda que el cine Charlot de La Colonia era el ocio de los vecinos durante el fin de semana. Le daba identidad al pueblo y, aunque era pequeño, se agradecía no tener que coger el coche para ir a ver una película. A ella le gustaría tener unos cines en el pueblo puesto que el más cercano está en Las Rozas o en Collado Villalba y además considera que los vecinos de otros municipios colindantes se acercarían también por no esperar las largas colas que se producen en los grandes centros comerciales y de ocio. Por su parte, Héctor considera necesario que se bajen los precios del transporte público para los jóvenes, dado que las comunicaciones para llegar a municipios colindantes “es escasa y tenemos que hacer uso de varios transportes para llegar”. “También sería buena idea que trajeran el metro hasta Torrelodones, como lo han solicitado municipios como Majadahonda o Pozuelo”, afirma Héctor.
Eva tiene 21 años y es torresana de nacimiento. “El día que me independice, confiesa, lo haré en Torrelodones porque tiene todo lo que necesito”. “Bueno, corrige, todo, menos lugares de ocio. Parece que cada mes cierran un bar distinto así que, si ya los jóvenes salían poco por el pueblo, ahora ni siquiera tenemos la opción. Esto hace que cada vez seamos más los jóvenes que salgamos a la ciudad los fines de semana con todo lo que conlleva”. Eva considera que falta ocio en el pueblo, y no sólo se refiere a los bares de copas. “Faltan opciones de ocio para los jóvenes y para los más pequeños. Más parques infantiles, más tiendas, algún cine..estamos obligados a salir fuera”, concluye.
Lourdes es Hondureña. Lleva en España 4 años y de ellos dos en Torrelodones. En Los Peñascales concretamente. Admite que siempre se ha sentido bienvenida en el municipio y que la gente es “muy hospitalaria”. Su mayor deseo, como no podía ser de otra forma, es poder traer a su familia de Honduras a su casa. No pone pega a Torrelodones salvo que pusieran más autobuses que lleguen a las urbanizaciones. “Las urbanizaciones son las grandes olvidadas. Los fines de semana el transporte público se reduce a cada hora y las marquesinas están muy separadas las unas de las otras y éstas de los hogares. Si añades a esto la falta de alumbrado, se hace muy pesado volver a casa de noche”.
Eduardo coincide con Lourdes en el tema de las comunicaciones, pero en este caso de las internas. Y hablamos de atascos. Cada día se hace insoportable el acceso a la Avenida de la Dehesa en horas punta. Y es que el Torrelodones ha crecido desmesuradamente y todo el mundo tiene un coche privado o dos que utiliza cada día. “Me gustaría que hicieran más puentes, como en Las Rozas, para así poder comunicar la zona de La Colonia con Torrelodones Pueblo, y ambos a la autopista. Además, sería buena idea hacer un paso subterráneo desde el Centro Comercial Espacio, a las vías de servicio para hacer más fácil el acceso y que el tráfico sea más fluido”.
Mejoras en las calles
Isabel y Robert llevan muchos años Torrelodones. Ella es española y tiene una escuela de Yoga, y él es de origen inglés y da clases de perfeccionamiento del idioma. A ellos les encanta pasear cada día por el pueblo y se dan cuenta de las “imperfecciones” que tienen las calles secundarias de detrás de la Casa de Cultura. A esta pareja le encantaría que asfaltaran de nuevo las calles porque consideran que el paso de los años las han dejado “muy deterioradas”. Además, esto se suma, a que “no echan sal cuando nieva y está peligrosísimos. Esos días no podemos salir a pasear”. En particular, Isabel considera que vivimos en un pueblo “muy individualista. Cada uno hace su vida. Ni siquiera se ven niños en los parques”. Su deseo para el nuevo año es que volvamos a recuperar la confianza y la amabilidad los unos con los otros. Robert, sin embargo, cree que sería importante que los torresanos aprendieran a “buscarse la vida” y por tanto, que los políticos ayudaran al autónomo para poder salir así de la crisis. “No obstante, dice, cada siete años hay una crisis económica profunda y siempre salimos de ella. Son ciclos y la gente tiene que aprender a sacar de sí mismo habilidades para convertirlas en oportunidades en estos tiempos”. En este sentido, Isabel piensa que lo que ha pasado con respecto al año pasado es que la gente tiene miedo y en Torrelodones “no hay motivos económicos para encerrarse en casa. Ahora es cuando más hay que salir y comunicarse con los demás”.
Recuperar la esencia del pueblo
Dolores es torresana de siempre, y ella echa de menos la identidad del pueblo. Considera que Torrelodones ha pasado de ser pueblo a “un híbrido entre pueblo y ciudad parecido a una ciudad dormitorio”. “Me gustaría que todo el mundo bajara el nivel de agresividad que tenemos unos con otros. Volver a ser vecinos. Volver a hablar de cualquier cosa con cualquiera. En Torrelodones estamos a la defensiva. No tenemos tiempo de estar los unos con los otros. Creo que no sabemos vivir en un pueblo. Ya es una ciudad dormitorio. No disfrutamos del paseo. Ya no se saluda como antes, la gente no es tan cordial, la tensión se respira por todos lados y la zona de la Colonia es otro mundo. El bar Zeppelin es el único establecimiento que mantiene la identidad del pueblo”.
En este sentido, Rosa es de la opinión de que “en los pueblos antes no hacía falta citarse con nadie, porque siempre te encontrabas con tus vecinos y la vida en la calle era importantísima. Ahora parece que la cordialidad y el civismo se van perdiendo por las esquinas y nadie tiene tiempo para una sonrisa”. Rosa pide a los Reyes que la gente disfrute más del día a día y que encuentre la serenidad.
Apoyo al deporte y la cultura
Mar lleva 21 años en Torrelodones y lo define como “un pueblo entrañable por su entorno natural privilegiado y sus gentes”. Ha vivido el increíble crecimiento demográfico que ha tenido en los últimos tiempos y considera que no han crecido paralelamente las infraestructuras del pueblo. “Torrelodones ha crecido de manera desproporcionada y no así los servicios públicos”. Y Mar se refiere al deporte. A ella le gustaría que mejoraran las instalaciones deportivas existentes y construyeran unas nuevas. En Torrelodones hay mucho espíritu deportista y habría que ayudar a los jóvenes a desarrollar sus aficiones y quien sabe, si sus profesiones. En concreto, necesitamos un nuevo campo de fútbol para el Torrelodones CF. “Actualmente, los equipos tienen que entrenar en paralelo unos con otros sin poderse hacer una idea de la distancia real que tendrán que recorrer en sus pases a la hora de la verdad durante los partidos”.
Sara tiene 9 años y es torresana de nacimiento. Va a clases de baile en la Casa de Cultura desde los 7 porque quiere dedicarse a ello “cuando sea mayor”. Por eso, a Sara le gustaría que en Torrelodones hubiera un conservatorio de baile que le ayudara a desarrollar su ilusión sin tener que desplazarse lejos y depender del tiempo de sus padres para trasladarla.
Acabar con los gobiernos mayoritarios.
David tiene muy claro su deseo para Navidad. Vive en Los Robles y considera que la gestión del gobierno municipal, del PP por mayoría, “no ha hecho bien su gestión. Aquí estamos a oscuras y no recogen la basura”. Para David, el que un equipo gobierne con mayoría “es funesto para la democracia. Mi deseo es que los vecinos logren cambiar con sus votos la mayoría absoluta para regenerar democráticamente el municipio”. Para David, lo ideal sería que gobernasen al menos dos partidos, para que haya que consensuar las decisiones. Sabe que “es complicado” cambiar la política de un pueblo, pero para eso pide un deseo.
Más limpieza en el municipio
Nuria vive en la zona de la estación. Se queja de que las calles “no están limpias. Hay muchas hojas por el suelo que no quitan y tampoco vacían las papeleras. Además de esto, nos han puesto los contenedores más lejos y para la gente mayor es más complicado llegar sobre todo ahora con el frío”. Esta joven, que trabaja en la guardería Las ardillas, pide para Navidad “tener un pueblo más limpio porque estamos en un lugar muy bonito y es una pena verlo como está”.
Ayudas para adquirir una vivienda
Rosa tiene 27 años y lleva 24 en Torrelodones. Cuando se ha cambiado de casa, lo ha hecho en el mismo municipio, y es que para Rosa en Torrelodones confluyen los encantos de la ciudad y del pueblo en uno sólo en un entorno privilegiado. Pero cada vez es más caro vivir aquí para los jóvenes y los alquileres están por las nubes. “Es asombroso, asegura Rosa, la diferencia económica tan grande que hay entre alquilar una casa en Torrelodones y Collado Villalba, por ejemplo. Cuando aquí el alquiler más barato está en 700 euros en una casa de 40 metros cuadrados, una con las mismas condiciones en Villalba te cuesta 450”. Cierto es que este es un lugar poco comparable con aquél, pero tal y como está la situación económica actual, se hace inviable que los jóvenes puedan independizarse.
No sé si hace falta seguir una estrella, o a un político, o a unos presupuestos, pero lo que sí es necesario es que los vecinos seamos escuchados en Navidad, porque es Navidad, y en el resto del año porque es nuestro derecho. ¿Regalos para un pueblo, necesidades dirían muchos. Hagamos entre todos un árbol de deseos y luchemos por cumplir uno a uno para hacer de Torrelodones el lugar que queremos. Que vuelva la confianza en quienes la pusimos, que la ilusión renazca en cada uno de nosotros, y que la coherencia reine en nuestros actos. Si hace falta que sea Navidad para desearlo con más esperanza, entonces mi deseo es que Torrelodones viva la Navidad cada día del año.