La iniciativa cobra especial relevancia al considerar el panorama de la juventud española: según estudios recientes, una parte significativa de los adolescentes reporta experimentar malestar emocional, con una alta prevalencia de ansiedad e inseguridad. En este entorno, el proyecto del Colegio Zola Valdemorillo ofrece un marco estructurado para el Pensamiento Emocional, una competencia crucial para la salud mental.
El corazón de este proyecto reside en el uso de metodologías como el Emocionómetro, una herramienta de mapeo de colores que permite a los estudiantes identificar y nombrar emociones complejas (miedo, tristeza, indignación, admiración) que surgen al ver la devastación de los incendios y la heroicidad de los bomberos y UME.
El paso de la reflexión interna a la acción social se materializa en la campaña #GraciasPorProtegernos. Esta iniciativa ejemplifica la manera en que los adolescentes canalizan el trabajo emocional (identificación de orgullo, admiración y gratitud) hacia el mundo digital, utilizando las redes sociales no solo como un medio de expresión personal, sino como una plataforma de sensibilización cívica y reconocimiento público.
"Actualmente, las redes son un canal principal de información y expresión para los jóvenes. Al integrar el trabajo emocional con una acción digital como #GraciasPorProtegernos, les estamos enseñando a transformar la impotencia que generan los incendios en un mensaje positivo y de apoyo social. Es la prueba de que el aprendizaje emocional puede ser una palanca para la participación social activa y en tiempo real", explica Laura Izaskun Merayo Rodríguez, del departamento de orientación pedagogía terapéutica primaria y ESO.
El proyecto subraya “la urgencia” de dotar a los adolescentes de habilidades de gestión emocional, especialmente cuando 4 de cada 10 jóvenes en España manifiestan haber tenido, o creer haber tenido, un problema de salud mental en el último año (según datos de UNICEF). Al tomar una catástrofe natural como punto de partida, el Colegio Zola Valdemorillo ofrece una respuesta educativa integral que conecta la realidad, el bienestar psicológico y el compromiso activo. Este enfoque del Colegio Zola Valdemorillo demuestra cómo la educación emocional se consolida como una herramienta esencial para que los adolescentes no solo comprendan la realidad que les rodea, sino que también desarrollen una ciudadanía más empática, responsable y solidaria frente a los grandes desafíos sociales y medioambientales de nuestro tiempo.