Salud, dinero y amor
miércoles 23 de abril de 2014, 12:06h
Add to Flipboard Magazine.
“Tres cosas hay en la vida: Salud, dinero y amor...”, claves de la felicidad, a las que todos tenemos derecho. Pero por partes: el amor, ningún partido lo ha prometido en su programa electoral ni aspiramos a que ZP, Esperanza o Galbeño nos llenen de besos; el dinero es algo sobre lo que Solbes debe reasentar los cimientos para que no deje de fluir y el Gobierno acaba de ponernos una inyección de 10.000 millones de euros contra la desaceleración. Pero, ¿quién nos pone una inyección contra la desaceleración de medios sanitarios públicos? Esto le toca a la Consejería de Sanidad, aunque en Torrelodones tenemos la suerte de los campeones, porque la población no puede crecer mucho más y, al final, tan sólo somos 20.000 almas con sus respectivos cuerpos que cuidar, y los ciudadanos sí están mayoritariamente satisfechos con la atención que reciben en el Centro de Salud, aunque su personal se queje de que son pocos para tantos. Aun así, médicos y sanitarios son bien valorados; llevan aquí toda la vida y eso es el mejor efecto placebo para sus pacientes. Que una población de 20.000 habitantes tenga unas Urgencias de 24 horas es destacable, pero lo sería más si no fuera a costa del sobreesfuerzo del personal, aunque otro centro de salud ya esté aprobado en el AHS para absorber la demanda creciente entre los nuevos vecinos del otro lado de la N-VI y la que vendrá cuando se llenen las nuevas casas. La sanidad debe estar cerca de las personas y hay que congratularse de toda atención primaria cercana. Pero, en honor a la verdad, antes del Centro de Salud ya existía la opción privada de CEMECO, y ha vuelto a ser el capital privado quien ha dado un salto de calidad a la Sanidad de Torre, con el Hospital Madrid Torrelodones. Los partidarios de la gestión pública dirán que debería haber sido un hospital no privado, pero el buen servicio dispensado en estos cuatro años, se ha ganado la confianza. El Ayuntamiento tuvo el buen tino de concertar con el Hospital la asistencia de urgencias vitales para todos; que nadie se muera de un infarto por falta de asistencia, teniendo al lado de su casa un magnífico hospital, y que no importe quién sea su dueño, porque al final la vida es un bien supremo, que debe estar por encima de un balance financiero de explotación. Y, al fin y al cabo, Torrelodones tiene buena renta per cápita y, quien puede, está dispuesto a gastar en unos servicios santitarios de primer orden a la puerta de su casa; prueba de ello es que los seguros médicos han crecido en Torre y ahora es posible operarse aquí. Y parir. Y nacer torresano. Y, cuando el Hospital Puerta de Hierro se nos acerque hasta Majadahonda, la opción pública del coloso nos quedará más cerca y nuestra Sanidad más robustecida. Y como campeones con suerte, en plenas alergias, tampoco somos quienes más las sufrimos porque dicen que el polen en entornos naturales hasta es más benigno. Con una renta elevada y una sanidad garantizada, lo de encontrar el amor en Torre -y con él la felicidad completa- va a ser cosa del Ayuntamiento.