“Tal y como se establece en las órdenes dictadas desde la administración regional, no pueden llevarse a cabo ni encierros, ni verbenas, ni cualquier otro evento popular que suponga aglomeraciones de personas sin control de aforo”, explican desde el Ayuntamiento.
Por eso se ha decidido que lo que se celebrará será una semana cultural, en la que se incluirán aquellos actos que puedan seguirse en recintos acotados en los que se cumplan las medidas sanitarias obligatorias y en los que sea posible garantizar la seguridad de los participantes.
Como ya se ha hecho durante las Fiestas en Honor a la Virgen de la Jarosa, los actos religiosos del 29 de septiembre y el 4 de octubre en honor a San Miguel Arcángel y San Francisco de Asís se celebrarán en el interior de la Iglesia Parroquial San Miguel Arcángel.
La decisión ha sido comunicada a través de un Bando municipal en el que el alcalde de la localidad, Diosdado Soto, asegura que: “es difícil prever cuál será la situación en septiembre y octubre, meses en los que celebramos nuestras Fiestas Patronales, si bien la prudencia nos obliga a replantearlas buscando alternativas que nos permitan disfrutar de las celebraciones sin poner en riesgo la salud de ninguno de nuestros vecinos y visitantes”.
El regidor ha indicado que “nos entristece no vivir estos días como venimos haciendo desde siempre, pero la pandemia es incompatible con la celebración de las Fiestas. Debemos mantener la responsabilidad y cumplir las normas que las autoridades sanitarias han dictado al respecto”.
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