Turismo:
un campo por explotar
miércoles 23 de abril de 2014, 12:06h
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Aunque todavía la gente sigue entrando al kiosko de la Calle Real en busca de churros, hace ya un año que dejó de ser la antigua churrería para pasar a ser la sede del “Centro de iniciativas y actividades turísticas” de Torrelodones, si bien todavía no hay ningún cartel en el exterior que lo indique. Al frente del centro está Alfonso Barea, quien fue jefe de prensa con el gabinete de Enrique Muñoz, más tarde director administrativo de la Casa de la Cultura y pasó a dedicarse a Turismo en el verano de 2004, con la oficina en un Torreforum recién reformado. Fue en esa etapa cuando más actividades llevaron a cabo, impulsando por ejemplo el programa “Senderismo y chi-kung”, de carácter gratuito y todavía vigente, en el que quienes lo deseen pueden caminar por la zona y practicar el saludable chi-kung en un entorno natural, guiados por la profesora Irene Martínez. El año pasado colaboraron con la organización de las excursiones conmemorativas del octavo centenario y, entre sus trabajos más destacados está la elaboración de la “Guía gastronómica” que actualizan todos los años y presentan en Fitur, así como un detallado plano callejero, además de un tríptico sobre la Torre de los Lodones y varios folletos informativos. Sin embargo, es mucho más lo que podrían hacer, pero tanto Alfonso como Carmen García de la Mata, auxiliar administrativa, aseguran que faltan medios. “Desde aquí podríamos servir de intermediarios entre la gente del Pueblo y la concejalía, así como ofrecerles las propuestas de ocio o informarles sobre los eventos o citas importantes tanto en éste como en los municipios vecinos”, comenta Alfonso. Tampoco el local cuenta con el acondicionamiento necesario (mantener la puerta abierta para mitigar el calor le valió a Carmen un picotazo de una avispa este verano) y su misión de informar a los posibles turistas que pasen por nuestro pueblo queda limitada por su horario, sólo abierto al público los días laborales por las mañanas. Como afirman los trabajadores que han de padecerlo a diario: “Este lugar habría estado bien como punto de información que estuviera abierto los fines de semana, que es cuando viene la gente, pero no como oficina, donde no hay ni espacio para el personal.”
Museo del vidrio...
...es en lo que se podría haber convertido la finca de La Solana, si se hubiera atendido al proyecto elaborado por Alfonso Barea en el año 2004 y que incluía una “Escuela del vidrio”, así como un museo de vidrieras y la feria “Artorre”, proyecto para el que contaba con el apoyo y colaboración de La Granja. La idea era que Torrelodones llegara a ser un referente en este apartado de la cultura, sin embargo, Alfonso lamenta que tanto éste como otros proyectos presentados han caído en saco roto, sin recibir explicación alguna. “Aquí no faltan ideas”, comenta, “sino que las escuchen”.