Miércoles 23 de abril de 2014
Nos encontramos este sorprendente monolito de granito decorado a modo de dragón gigante, en lo alto de los roquedales que circundan nuestro privilegiado entorno (mermado por la hambruna urbanizadora). No es un ejemplo a seguir el de pintar a voluntad las rocas, pero admitimos que no sería el primer "artista" que modifica la naturaleza para crear una obra que remueva los sentimientos. Esperemos que otros jóvenes insensatos no se inspiren en esta imagen para darle más colorido a nuestro campo, que el que tiene por su naturaleza es ya más que suficiente. En todo caso, aquí os dejamos esta imagen; que cada uno juzgue según su criterio si es arte marginal o es delito que merezca ser castigado.
Noticias relacionadas