Miércoles 23 de abril de 2014
Las aguas residuales que Torrelodones vierte sin depurar al cauce de un arroyo han formado una laguna de unos 25 metros de largo por cinco de ancho al borde del Parque Regional del Guadarrama.
Los vecinos se quejan de que el mal olor sube hacia sus viviendas y temen que el agua estancada se convierta en un foco infeccioso. El Ayuntamiento ha comprobado que el origen del problema se encuentra en que alguien ha tapado con traviesas de tren el hueco por el que el arroyo atraviesa la vía férrea, de tal forma que las aguas se han embalsado. El agua se empezó a acumular después de que hace unos meses se tapara el hueco por el que el arroyo atraviesa la vía del tren.
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