Pero ahora comienza la llamada “cuesta” de Enero, porque cuesta bajar el ritmo para pequeños y mayores y también supone nivelar los presupuestos familiares.
Desde que las luces anunciaron la llegada de la Navidad, nuestros pueblos se han embarcado en celebraciones propias de estas fechas y ahora con el año recién estrenado, hay que volver a la rutina de los dias lectivos y recordar los nuevos propósitos.
Así que esperando el deshielo de la primavera, aún tenemos por delante que calentar motores en estos meses aún gélidos para poner en marcha nuevos proyectos y un “todo por venir” que siempre nos ofrece el horizonte de nuestros días.
Próspero año 2015!