Miércoles 23 de abril de 2014
El teatro Bulevar vibró el pasado 4 de febrero con la actuación de la Fundación Livika: tras contagiar de ritmo a los presentes, finalizó en una explosión de energía que levantó a todos de sus butacas y a muchos llevó bailando hasta el escenario. Después de la rotunda entrada a golpe de Taiko y taconeo de aires flamencos se sucedieron los ritmos e instrumentos de todas partes del mundo: conversaciones entre las melódicas Hang, ritmos brasileños a golpe de Birimbao, infinidad de djembes, congas, bongos, pandeiro, palo de lluvia, dijeridú, originales instrumentos hechos por ellos mismos de material reciclado y muchos más, imposibles de enumerar. Un bailarín de Senegal le puso la nota acrobática y espectacular, y la simpatía del brasileño Daniel con sus improvisaciones acabó encandilando a todos los asistentes. Dirigido por Daniel Salorio, la fundación suma dos años de existencia, con multitud de colaboradores jóvenes y siempre fiel a su objetivo de hacer de la percusión un lenguaje libre y universal. Los ocho músicos y dos bailarines que participaron en el espectáculo originarios de diversos puntos del planeta (Brasil, Senegal, Portugal, Israel y España), nos demostraron que la música va directa al sentimiento, sin distinguir colores ni fronteras.