En una nota conjunta, las dos asambleas defienden esta vía pecuaria de la desafectación o desprotección parcial propuesta por el anterior gobierno del PP en Torrelodones y reactivada por AcTUa en el pasado Pleno del día 29 de Enero, ya que es objeto de solución a la descongestión del tráfico cuando se construya el futuro túnel que pasará por debajo de la A-6 y dirija la circulación a la carretera de Hoyo.
Izquierda Unida de los dos municipios considera que los problemas puntuales de congestión en la M-618 y que afectan tanto a los vecinos de Hoyo como a los de Torrelodones no deben de solucionarse “sometiendo el patrimonio común que son las vías pecuarias a la servidumbre del automóvil, sino con mejor servicio y precios del transporte público que disminuya el uso del automóvil privado”.
Además consideran que una decisión de esta envergadura “debería haberse sometido previamente a la información pública y opinión de los vecinos” porque argumenta el coordinador de IU de Hoyo, Jose Ramón Mendocina que sea cual sea el tamaño de una via pecuaria y el lugar donde se ubique, “son patrimonio de alto valor natural e histórico generado a lo largo de los siglos y que en ningún momento debe desaparecer”. Así mismo el coordinador de IU de Torrelodones, Fernando Rey apunta que la alternativa de la desafectación de esta vía pecuaria de propiedad común se quiere realizar “mediante la permuta con otro terreno de propiedad municipal, atravesada en determinados tramos por peñas graníticas incompatibles con las funciones tradicionales y actuales de una vía pecuaria”.
Con la advertencia de estas asambleas sobre lo que fueron los “viejos proyectos de recalificación urbanística de la zona por parte del PP que dejaron al deterioro al Cordel, pueden volver ahora a primar los intereses especulativos inmobiliarios” y señalan que el reiterado modelo por el que pretenden seguir apostando es “el ladrillo y el asfalto en lugar de buscar la calidad de vida de los vecinos y la conservación del entorno natural y el patrimonio cultural”.
Desde IU manifiestan la necesidad de un estudio cuidadoso que contemple otras alternativas que permitan optimizar el uso de los viales bajo la premisa intocable de respetar el Cordel y donde se de la participación efectiva a los vecinos desde el diálogo y la búsqueda del consenso.