Hoyo de Manzanares

Encanto y elegancia en la esgrima

Miércoles 23 de abril de 2014
La esgrima se practica en Hoyo de Manzanares desde el 2001 cuando Javier Martí-director del Polideportivo municipal `Las Eras´ desde el 2007-lo empezó a enseñar. En la sala polivalente tiene espacio para entrenar una vez en semana a un máximo de doce alumnos.Javier es maestro de armas por la Federación española, el máximo nivel y cuenta que “a los 13 años empezó sus primeras clases”.

Hasta el año 91 estuvo en alta competición donde “descansaba un día en tres meses de combates y además tenía que compaginarlo con la carrera de educación física”. Luego se dedicó a la enseñanza, al arbitraje y actualmente es parte del equipo docente de la Escuela nacional de Esgrima donde forma para entrenador nacional de tercer nivel, el más alto.

Dice que a cualquier chico o chica de 10 u 11 años le gusta coger una espada por el halo de aventura que tiene, “recuerdo que fue determinante para mi una película de piratas o de Errol Flyn, siempre andaba con un bastón a modo de espada”. Tiene un encanto atemporal y un punto de elegancia de otro tiempo pero además es un deporte que exige mucha concentración, consigue abstraerse de todo y añade que “en un segundo puedes ser tocado”. En el combate se trata de engañar y provocar, en estudiar y preparar el tocado “es muy rápido y libera mucha energía porque siempre mantiene un punto de tensión y de agresividad donde se suele dar un grito para descargar”. Javier que ha practicado la mayoría de los deportes, la esgrima es el que lo atrapó y dice que “todos tenemos un deporte escondido que nos está aguardando”.

Los sábados hay dos grupos de “espada” , uno de infantil de entre 8 y 16 años y el de adultos. El menor que lo practica tiene 8 años y el mayor tiene 67 años. Lucas que tiene 12 viene con su padre todas las semanas desde Madrid y es su segundo año. Sara acaba de cumplir 18 años y le gusta el combate y la técnica porque dice que “te hace pensar rápido y actuar”. Este año solo hay dos chicas pero Javier dice que ha habido años que han estádo a la par, comenta que es una disciplina donde chicos y chicas parten de las mismas condiciones porque es de cabeza y no de condiciones físicas, “ he tenido chicas que son más fuertes para la esgrima que otros chicos”. La competición no es el fin de esta escuela porque una vez a la semana es escaso, sin embargo se deriva a quien quiere competir a otros clubes. En esta sala cuentan con un sistema eléctrico que conectado a la espada y al cinturón de cada “tirador” avisa de quién ha sido tocado antes. Adrián de 15 años dice que le gusta más que otros deportes de equipo y Javier concluye que “aunque los deportes colectivos son muy educativos hay quien prefiere afrontar en solitario sus propias decisiones y sus riesgos”.

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