Miércoles 23 de abril de 2014
Todo sigue igual. Parafraseando a Shakespeare, hemos asistido a una historia llena de ruido y furia... que no ha significado nada.
En ell final de año se escenificaron en el Ayuntamiento de Torrelodones todas las tensiones acumuladas desde que se celebraran las elecciones de 2011 pero hemos llegado al comienzo de 2014 en la misma situación que antes de que se empezaran a tramitar en Pleno los presupuestos municipales:
Ni ha cambiado la posición del equipo de Gobierno -sigue teniendo 9 concejales frente a los 12 de la oposición-; ni ha mejorado la relación entre las diferentes fuerzas políticas -que en este proceso han ido acumulando nuevos motivos de agravio para ser utilizados en el momento oportuno-; ni han variado las posturas de unos y otros. Ha sido un mes y medio de discusiones y acusaciones que no han dado como resultado una moción de censura con cambio de Ejecutivo, pero tampoco parece que el Gobierno municipal haya conseguido recabar más apoyos de los que tenía hace dos meses. En definitiva, que todo esto no ha derivado en nada sustancial que haga pensar, al menos a quien lo haya observado desde fuera, que ha tenido algún efecto.
Cuando suceden este tipo de catarsis políticas se nos suele olvidar que estos sucesos, aunque pueda parecer que tienen algo de significado en términos absolutos, suelen tener poco impacto en cuanto a resultados prácticos. Los ciudadanos no han asistido con el mismo interés a la pugna entre las diferentes visiones que tienen de la gestión municipal los grupos políticos que quienes estamos acostumbrados a seguir la actualidad municipal: estaban a otras cosas. Las fiestas de Navidad han llegado a su tiempo, los autobuses han seguido dejando y recogiendo gente en las mismas paradas, se han formado los mismos atascos para ir a comprar los regalos de Reyes... ha salido y se ha puesto el sol a las horas acordadas y ha llegado el invierno mientras tanto, como siempre... incluso el Ayuntamiento ha seguido funcionando con la misma normalidad, aunque con el Ejecutivo en funciones.
¿Significa eso que no importe o que no haya tenido relevancia el hecho de que se haya llegado a plantear la posibilidad de un cambio de Gobierno a sólo un año y poco de las elecciones? Por supuesto que no. No queda, como quien dice, nada para las elecciones de 2015. Dentro de nada estaremos en precampaña electoral y, a partir de ahí, todo irá rodado. Suponemos que los principales actores de esta historia habrán extraído de estos acontecimientos alguna enseñanza para el futuro. Sería lo deseable.
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