Foto que Alberto hizo con su móvil en su 2ª visita
Miércoles 23 de abril de 2014
Alberto R, torrelodonense de nacimiento, acostumbra desde hace años a dar largas caminatas por el campo. El pasado día 20 de noviembre en uno de sus recorridos, que suelen ser complicados y por lugares angostos, halló junto a un arrollo los restos mortales de una persona.
"Era alrededor de las once de la mañana. Venía de la vuelta de un paseo a la presa del Gasco, acompañado por mi perro. Cerca ya de algunas casas, llegando al último arrollo percibí un olor muy desagradable. En ese momento mi reacción fue agarrar a la perra para evitar que bebiera de aquella agua maloliente. En medio del cauce donde tan sólo corría un hilillo de agua, me percaté de la presencia de un esternón completo con las costillas intactas. Al principio pensé que se trataba de un animal, como he visto en otras ocasiones, porque a simple vista tiene el mismo aspecto, puro hueso. Entonces vi un pantalón e intuí las piernas debajo de éstos.
¿Cómo llegaste a ese punto exacto?
Era campo través. Toda esa zona está repleta de zarzales y ahí justo es el lugar más despejado, de mejor acceso para cruzar el arrollo y llegar a la carretera. Eran las once de la mañana, en vez de bajar por el camino normal tomé otro más complicado. Aunque aquel punto concreto no era la peor zona y viniendo de la carretera el recorrido no es tan abrupto.
¿Cuál fue tu primera reacción?
No me podía creer lo que estaba viendo. Tenía piernas, no me lo 'quería' creer. Aunque el cuerpo estaba sin cabeza y sin pies, ni zapatos claro, se notaba la estructura completa de una persona. Me dio miedo. Supe que había algo raro. Pensé que podía pasar cualquier cosa. No me quedé observando los restos. Asustado, me fui lo antes posible. No llevaba móvil y el camino de vuelta sería de media hora. Aunque lo que había visto era muy cierto, empecé a cuestionarme al regreso el origen de aquellos huesos. El hecho era tan insólito que incluso en algunos momentos dudé de que fuera un ser humano.
¿Qué pasó luego?
Estaba bastante desconcertado. Llegué a casa y se lo conté a mi mujer, quien en un primer momento me dijo que eso no podía ser. Que era demasiado extraño. Sí, lo sabía, pero la impresión de que era un cadáver de persona era fuerte. Me dirigí a la policía. Justo estaban cambiando de turno, serían las 12, por lo que había más personal de servicio del que acostumbra.
¿Cómo reaccionó la policía?
Muy buena disposición. Llegué con dudas pensando que a ver si iba yo a mover a la policía por nada. Al relatar lo sucedido fui bastante prudente dejándoles saber que podría tratarse de un animal, pero que mi impresión era de un ser humano. Me creyeron desde el primer momento. Enseguida prepararon los dispositivos y les acompañé. Gracias a una piedra que coloqué al salir de la maleza llegamos pronto al lugar y dimos con el cuerpo.
¿Cuáles fueron las conclusiones de la policía?
Confirmaron que se trataba del cuerpo de una persona. No sabían si hombre o mujer. Ni la edad. A primera vista calcularon que llevaría allí más de cinco meses. Uno de ellos comentó acerca del pantalón azul que éste parecía los restos de uno de esos monos de trabajo que usan los obreros, pantalones para el agua, dijo. No lo tocaron, solo hicieron fotos. Yo me sentía tan abatido que me quedé sentado en una piedra observando. Estaba muy impresionado.
¿Qué aspecto tenía ?
Los animales se lo habían comido, lo habían devorado. Estaba blanquecino y creo que al pasarle agua por encima de las últimas lluvias volvió a desprender olor. A unos metros encontraron el cráneo, hice una sola foto de lejos con el móvil pero no tiene muy buena calidad. De los pies, ni rastro.
¿Prestaste declaración por escrito sobre lo sucedido?
No. Se quedaron cuatro policías y cuatro guardias civiles. Más tarde apareció el alcalde y la autoridad competente en tema de seguridad. Esperaban al juez. A la una y media me fui.
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