Miércoles 23 de abril de 2014
Rafael Herrero Martínez escribió “No me hagas daño”, premio de literatura dramática Kutxa ciudad de San Sebastián 2010 y estrenada este mes en el Teatro Español de Madrid.
Su deseo es que no nos deje indiferentes el terror, la tortura que viven tantas mujeres. Plantea cercanía con los personajes para que no haya ninguna “coartada” en las conciencias y nos acerca a cada universo de razones. Rafael es periodista, guionista de cine, radio y TV, director y autor teatral, es nuestro vecino de Torrelodones desde hace más de 20 años y nos motiva por tanto, esta entrevista, en el mes que significamos las distintas formas de violencias machistas contra las mujeres.
Para comenzar, citas a Saramago: “el problema es de los hombres” ¿Cómo te ha movilizado personalmente el escribir esta historia?
Mi motivo fue un caso que leí de un marido que atropelló varias veces a su mujer y la sensación me descompuso. También me revolvía la idea que a la gente “le cansaban estos temas”. Otra cuestión que me pone muy nervioso es hacer sospecha cuando se alega que las mujeres denuncian en falso. Me preocupa que se diga “esto se tiene que solucionar solo” o “no se puede solucionar”. Sí tiene solución, no radical, pero hace falta que los hombres nos concienciemos y que demos un paso al frente porque las mujeres ese paso ya lo han hecho.
En la obra cuestionas los sentimientos que unen los lazos familiares..
He querido retratar a una familia de buen nivel económico y cultural alto para señalar que no hay perfil para ejercer y sufrir la violencia. Otro aspecto es el engaño y la estrategia del hombre culto e inteligente que usa la seducción y manipula los miedos y la culpa. Entre la hija y la madre existe el contraste de quién rompe totalmente o quien es capaz de perdonar.
Incluyes una mujer migrante y se repite la misma escena…
Si, es importante considerar la situación de mayor vulnerabilidad de una mujer migrante bajo la frustración del violento, de nuevo la ley del fuerte sobre el débil. El paralelismo es que desaparece la luz en sus ojos, buscan el calor en otro lugar…
Al personaje del mediador familiar le asaltan dudas sobre la reinserción de los maltratadores ¿cuál es tu opinión sobre esto?
Consulté varias fuentes y el 98 % decían que es difícil. Yo pienso que todo el mundo debería tener la oportunidad, no creo en la pena de muerte y sí una pena larga que sea revisable. Pero hay que estar alerta, trabajar la terapia y no conmutar por la cárcel, porque son un peligro y pueden volver a matar. Creo en la prevención, ninguno tenemos que callar en el primer síntoma de maltrato y que el grupo presione a aquel que bromee o demuestre este comportamiento vejatorio o violento hacia las mujeres.
Lucía Oliveras
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