Miércoles 23 de abril de 2014
Cierto es que Torrelodones no es precisamente un pueblo en el que la cultura callejera pase desapercibida. De hecho, apenas hay rincones o muros que no hayan sido grafiteados.
Quizá por eso, el concurso de Pintura Mural que ha organizado AcTÚa durante las fiestas patronales ha tenido tanto éxito entre los jóvenes. El concurso no tiene otro objetivo que cambiar el concepto que tenemos de los graffitis. Rubén Díaz, portavoz de AcTÚa, afirma que lo que hay por el pueblo “no son graffitis, sino manchas”. Este concurso ha querido reunir a profesionales del graffiti para que los que se dedican a pintar por las calles aprendan de ellos. “Las pinturas están pensadas y muy elaboradas”. “El graffitero sólo quiere tener sus espacios para desarrollar su arte, así que hay que dotarle de ellos”.
Y el espacio elegido para llevar a cabo el concurso ha sido el muro trasero del polideportivo municipal, ya pintado con ‘takeos’ o lo que es lo mismo, firmas de grafffitis que han tenido que limpiar para que los participantes realizaran sus creaciones. Guinda, que colabora en la organización del evento, asegura que “los graffitis resultantes se respetarán, porque entre ellos se respetan”.
Uno de los graffiteros es Sergio y viene de Brunete. Lleva desde los 90 pintando graffitis en muros vírgenes. “Esto se lleva en la sangre y todos empezamos pintando en las calles. La gente se queja mucho de los graffitis, pero nadie se queja de los excrementos que los perros dejan por el suelo”. A Sergio le sorprende que haya estos concursos, “aunque cada vez se ven más y se agradece”.
Parece indiscutible la necesidad de los jóvenes por arriesgar, retar a la autoridad, transgredir…y la cultura del graffiti la sacia. Por eso, AcTÚa cree que “la guerra contra el graffiti es una guerra perdida, por ello es tan importante que empecemos a mirar más y mejor este fenómeno”. “Si somos capaces de canalizar esta forma de entender esta manifestación artística -afirma Rubén Díaz- y si los graffiteros profesionales son capaces de entender y hacer entender a los mas jóvenes practicantes que no es lo mismo dibujar un mural con autorización en un lugar adaptado o cedido para ellos que en la fachada de un colegio, en un autobús o en un puente de la carretera; habrá un acercamiento entre todos”.
Sin duda el Ayuntamiento de Torrelodones ha puesto de su parte con este concurso cuyo premio además será un viaje para participar en un concurso de Graffiti Internacional.
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