Torrelodones

La aventura de bucear

Todos haciendo la señal de OK mientras navegan al lugar de la inmersión
Miércoles 23 de abril de 2014
Hace meses que empezamos a ver por Torrelodones carteles anunciando Paramax, la Escuela Oficial de Buceo y Náutica de Torrelodones. Se trata de que los residentes en la sierra madrileña puedan instruirse en el submarinismo y una vez preparados viajen en grupos reducidos a la costa mediterránea para realizar las inmersiones reglamentarias que dan derecho a la posesión de la titulación de buceador en aguas abiertas (open water diver).

En las instalaciones del Polideportivo, junto a la piscina climatizada, nos pusimos los trajes de neopreno, los cinturones de lastre, aletas, gafas y botella. Y empezó la instrucción bajo el agua. Se trata de entender que a diferencia del buceo con tubo, llamado apnea, con las botellas nunca se debe aguantar la respiración por la peligrosidad de ascender con un volumen de aire que aumenta según haya menos presión. Se nos enseñó a quitarnos y ponernos las gafas bajo el agua, utilizar la fuente de aire alterna del compañero caso de quedarnos sin aire en la botella propia…
Tras pasar el examen teórico, consistente en un centenar de preguntas tipo test, donde se refleja que todo lo estudiado en los manuales PADI ha sido comprendido, se pasa a la fase de inmersiones en el mar. En Torrelodones, por ahora, no hay playa. Pero no importa. Enseguida se forma un grupo para viajar a la costa mediterránea. En este caso al pueblo de La Azohía, cercano a Mazarrón.

La aventura
Una vez en la costa, después de tomar los correspondientes alojamientos, se nos cita en una de las escuelas de buceo que colaboran con Paramax, en este caso Andrómeda. Enseguida entramos en contacto con decenas de otros buceadores, muchos aprendices como nosotros, que en las instalaciones de Andrómeda comienzan a vestirse con sus trajes de neopreno, y tras recordar lo aprendido en el Polideportivo de Torrelodones cargamos con nuestros equipos y nos transportan hasta el puerto de La Azohía donde nos espera una Zodiac que nos llevará a una cala. Ya en la embarcación, mientras nos desplazamos sobre las olas hasta el lugar de inmersión, empiezan las bromas, los chistes y la información del lugar donde realizaremos la primera inmersión. Se nos instruye, ya de forma real, de cómo dejarnos caer al agua con todo el equipo desde la embarcación y una vez el grupo está en agua, el instructor, Carlos Junquera, nos indica que soltemos aire de los chalecos y se inicie la inmersión. Todos hacen el correspondiente saludo del o.k. y una vez bajo el agua descubrimos un nuevo mundo oculto para el resto de los mortales. Como un pez más, y aleteando suavemente, recorremos el fondo rodeados de centenares de peces que pasan junto a nosotros sin inmutarse. La máscara bajo el agua nos proporciona una visión aumentada en un tercio, por lo que todo lo que vemos parece de mayor tamaño. Algas, estrellas marinas, pulpos, toda una vida que se observa, algunos la fotografían, en esta primera inmersión. Luego vendrán otras, incluso más profundas, donde se tendrá la oportunidad de ver un pecio, un barco hundido junto a la costa, observando como se ha convertido en un refugio de toda clase de animales marinos. También, en nuestro caso, tuvimos la oportunidad de entrar en una caverna submarina y tras recorrer algunos metros zambullirnos en lagos cristalinos bajo la montaña… así como hacer inmersiones nocturnas iluminando el fondo con nuestras linternas. Es otro mundo desconocido que sólo los submarinistas tienen el privilegio de gozar.

Pero quizá su mayor aliciente sea la amplitud de su oferta formativa, siendo instructores de PADI (la organización más importante del mundo en el sector) y de otras organizaciones especializadas. Disponen de cursos de iniciación al submarinismo, avanzado, especialización (buceo profundo, en corrientes, bajo el hielo, en pecios...) y de rescate. También tienen programas para los que se quieren hacer profesionales del submarinismo (Divemaster). Sólo hay que saber nadar y tener buena salud, ya que ni siquiera la edad es impedimento (la escuela ha enseñado a bucear a gente desde los 12 años hasta 70).

Además, se están haciendo líderes en la formación del submarinismo con Aire Enriquecido Nitrox (buceo más seguro que permite además estar más tiempo bajo el agua).

Además ofrecen cursos oficiales de soporte vital básico de la Sociedad Española de Medicina Crítica, Intensiva y Unidades Coronarias y de Emergency First Response, de buceo técnico de la organización IANTD (International Association of Nitrox and Technical Divers), cursos de PER (sábados comenzando 24 de septiembre), Patrón de Yate (viernes tarde comenzando 23 de septiembre) y Capitán de Yate, así como el curso oficial para ser Socorrista de (AETSAS) Asociación Española de Técnicos en Salvamento Acuático y Socorrismo. Los abonados al Polideportivo tienen un 20% de descuento en los cursos de submarinismo.

Escuela, tienda y club
Aparte de su actividad educativa, el centro funciona como club, organizando salidas a lugares emblemáticos del submarinismo. Las próximas citas, en el Mar Rojo y las Galápagos. Por 60 euros de cuota anual, se consiguen descuentos del 10% en cursos de submarinismo y salidas de mar. Además, PARAMAX también es tienda, ofreciendo todo tipo de material de buceo a precios muy competitivos.

Con Vive Torre, 10% de descuento (no acumulable) en cursos de submarinismo este verano presentando la revista al hacer la inscripción.

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