Los niños, los protagonistas

Indudablemente, los más pequeños son los protagonistas de las fiestas. No sólo son los que más disfrutan de las propuestas de entretenimiento, sino que a la vez, son el público más exigente con los artistas: su reacción, ilusión y aburrimiento son siempre sinceros. Aunque lo que más les gusta es subirse a todo tipo de cacharros (y este año tenían una amplia oferta, con coches de choque, columpios, el tren de Harry Potter, el barco pirata y un sinfín de cachivaches más), el programa también les tuvo muy en cuenta. Pudieron divertirse en un autobús repleto de juegos, bailar al son de un participativo concierto, asistir a una película de animación (“El espantatiburones”, en el Teatro Bulevar), aproximarse a la vida del teatro o quedarse absorto con el entretenimiento infantil más antiguo: escuchar cuentos. Al preguntarles sobre qué es lo que más les ha gustado en estos días, muchos coinciden en la respuesta: “ De las fiestas nos gusta todo”
Al son de Xip y Xap
Es difícil mantener entretenido a un grupo de niños durante un tiempo prolongado, pero los músicos y cantantes de este conjunto catalán demostraron su profesionalidad durante la hora y media que duró su actuación. El escenario fue ron los jardines de la Casa Rosa. Los entusiasmados espectadores, ante las miradas sonrientes de sus padres (alguno que otro aceptó el desafío de los cantantes y se animó a participar), brincaron, dieron vueltas, se despeinaron, se tocaron los ombligos, formaron un círculo y, en definitiva, todos se divirtieron. De eso se trataba.

El bus de los juegos
Este autobús repleto de pasadizos, bolas de colores y redes, hizo las delicias de los más pequeños (cualquier otro no habría cabido) durante los días que estuvo aparcado en la entrada del Torreforum y en los jardines de la Casa Rosa (que, por cierto, y como señalaron muy acertadamente los niños: ¿Por qué se llama rosa, si es blanca?).

Cuentos interpretados
El grupo "Sesamus" interpretó en Torreforum una bonita obra en clave de humor para los niños, que quedaron encantados con los personajes y con los decorados. Para la puesta en escena se utilizó un decorado de cartón, en el que tras una ventana aparecían marionetas de madera. Otro de los actores representó a un gigante que protegía a Bellaflor, la protagonista. Un espectáculo que cautivó a los niños que asistieron, aunque los más pequeños se asustaron del gigante.