A veces, el fútbol no entiende de plazos de adaptación, sino de trabajo, ambición y talento. El primer equipo femenino del Electrocor Las Rozas está protagonizando una de las grandes historias de la temporada en su debut en la categoría Autonómica. Tras lograr el ascenso la pasada temporada, el conjunto roceño no solo se ha adaptado, sino que se ha convertido en uno de los rivales a batir.
Los números hablan por sí solos: tras el primer tercio de competición (10 jornadas), el equipo marcha en tercera posición, con tan solo una derrota. Un registro que ha superado las expectativas iniciales de un grupo que, lejos de conformarse con la permanencia, mira hacia arriba.
El salto de categoría planteaba incógnitas. El ritmo es más alto, los rivales más duros y la exigencia física mayor. Sin embargo, la plantilla ha respondido con una madurez impropia de un recién ascendido. “Venimos de un ascenso que nos dio mucha fuerza e ilusión, pero sabíamos que nos enfrentábamos a una categoría desconocida y muy exigente”, reconoce la capitana del equipo, Emma Ruiz. La clave, según explica, ha sido la mentalidad implantada desde la pretemporada. “Teníamos claro, tanto nosotras como el cuerpo técnico, que había que trabajar muy duro y exigirnos mucho más. Al final, estos resultados son el reflejo del esfuerzo”.
La líder del vestuario admite que el arranque ha sido mejor de lo esperado, pero que el hambre del equipo ha crecido con las victorias. “El objetivo está claro: mantenernos arriba y competir por la categoría”. Más allá de la táctica, la capitana destaca el factor humano como el secreto del éxito. “Somos más que un equipo, somos una familia y amigos. Eso nos ayuda a querer conseguir siempre lo mejor de nosotras mismas”.
Desde el banquillo, la lectura es de satisfacción, pero con la prudencia y exigencia necesarias para no bajar la guardia. El entrenador del Electrocor, José Ángel Avilés, califica este inicio con un “notable”, destacando la rápida adaptación al nuevo ecosistema competitivo.
“Una de las premisas era adaptarnos lo antes posible al ritmo, que es superior. Si no estás al cien por cien en todas las facetas del juego, es muy difícil sacar los tres puntos en esta categoría”, analiza el técnico. A diferencia del año pasado, donde la superioridad podía ser más evidente, en Autonómica cada partido es una batalla. “Cualquier equipo está bien trabajado y es súper competitivo”. Aunque considera que, por méritos futbolísticos, quizás merecerían “algún punto más”, valora muy positivamente el tercer puesto y la solidez defensiva (solo una derrota).
Con el equipo asentado en la zona alta, el Electrocor Las Rozas no renuncia a nada, aunque mantiene los pies en el suelo. El objetivo marcado a principio de temporada era finalizar entre las cinco primeras, una meta que ahora mismo están cumpliendo con creces.
La estrategia seguirá siendo la misma que les ha traído hasta aquí, “analizar a cada rival, entender cómo juegan y adaptarnos para sacar los puntos”, señala la capitana. Por su parte, el entrenador prefiere ir paso a paso. “Vamos por buen camino. Intentaremos seguir así y ver dónde nos lleva el trabajo en los últimos cinco o seis partidos de la temporada”.