Miércoles 23 de abril de 2014
El pasado mes de noviembre tuvimos la oportunidad de ver en el Teatro Bulevar, la representación de Noviembre, la última obra de teatro de David Mamet, considerado como uno de los más brillantes dramaturgos estadounidenses de las últimas décadas, y tal vez, ésta, una de las más divertidas obras que hayan sido estrenadas en los últimos tiempos.
José Pascual engrana a un elenco de actores, que con sus diálogos rápidos cargados de ironía, sarcasmo y sátira, arrancan la risa del espectador, llevándolo al final de la pieza sin que éste se dé apenas cuenta. El excelente Santiago Ramos, es un presidente, que ha llegado a las más altas cotas de la incompetencia, y está dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguir su reelección. Como su nivel de popularidad está por los suelos y no le queda más remedio que dejarlo todo en manos de sus asesores, en particular, la implacable Ana Labordeta. Estos intentarán en el plazo de un día cambiar todas las encuestas y conseguir, a base de medidas populistas, y a menudo absurdas, relanzar su carrera, no dudando para ello en empezar una guerra nuclear o en manipular la historia en beneficio propio.
La comedia nos muestra lo que ocurre cuando la corrupción se ha instalado en el corazón del poder hasta el punto de confundirse totalmente con él, lo que no deja de ser un aviso: ¿en manos de quién estamos? Una denuncia divertida, sin maniqueísmos, pero denuncia al fin y al cabo: el convencimiento de que el poderoso puede hacer cualquier cosa, incluso delinquir o engañar sin límites, siempre que encuentre un “discurso” que lo justifique.
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